En menos de un trimestre Planeta Cómic ha puesto a la venta los dos primeros volúmenes del manhwa A Business Proposal, una comedia romántica exageradamente divertida que tiene en las mentiras ¿piadosas? buena parte de su razón de ser. El lío en el que se ha metido Shin Ha-Ri por ayudar a su amiga Jin Young-Seo a escapar de una cita a ciegas a la que no quería asistir no para de crecer y enredarse.

«No quiero admitirlo, pero tiene razón«

Lo bueno de este breve lapso entre ambos tomos es que nos permite hacernos una idea mucho más completa en menos tiempo. Y a grandes rasgos podemos confirmar las impresiones que nos dejó la lectura del primer libro con dos aspectos que destacan sobre el resto: el estupendo dibujo de Narak y el frenético ritmo de la aventura.

Este segundo aspecto marca la obra, para bien y para mal. Por un lado favorece el dinamismo de la historia y que esta no encalle, pero por otro lado quema las etapas a un ritmo alarmante, asomándose -irónicamente- al peligro de encallarse y agotar la premisa demasiado pronto. Siendo, en teoría, diez volúmenes los que tendrá esta edición del webtoon publicado entre 2018 y 2022), o bien la historia optará por dispersarse ahondando en las tramas de los personajes secundarios, o bien evolucionará junto a sus personajes yendo más allá del «se casaron y comieron perdices». Sea como fuere, el presumible que el relleno llegará más tarde o más temprano a la serie.

Pero no nos adelantemos. De momento seguimos en la fase del no enamoramiento. Ha-Ri sigue en sus trece de querer librarse del entuerto que ha montado y Kang Tae-Moo no cesa en su empeño de convencerla para que se case con él. Como decíamos, el enredo va a más en esta segunda entrega, en la cual se desarrolla la «oferta» de Tae-Moo. Descubierto -más o menos- el engaño inicial, el empresario decide contratar a Ha-Ri como su pareja para que su abuelo le deje en paz.

De una u otra forma, parece que todos los implicados tienen un motivo por el que subir la apuesta de esta enrevesada y divertida red de mentiras y apariencias.

Como es de esperar, las cosas no salen tal como tenían previsto nuestros protagonistas, pero en lugar de parar y cortar por lo sano para evitar males mayores, van como polillas a la luz… para desgracia de Ha-Ri, personaje que tendría que tener prohibido tomar decisiones en situaciones de estrés. No para de liar las cosas. Y de nuevo, otro giro vuelve a remover las reglas y acerca a una normalidad a los personajes. Normalidad en el sentido de poder mostrarse como son, sin esconderse o disfrazarse.

A esto nos referíamos con la velocidad de la serie. En este segundo tomo la doble identidad de Ha-Ri queda por fin al descubierto, pero por suerte -pese a sus temores- su vida no corría peligro. Así pues, el primer gran escollo para pasar a la fase de enamoramiento de la -todavía no- incipiente pareja ya ha quedado resuelto. Claro, ante la perspectiva del medio-largo recorrido de la serie, el manhwa presenta a un nuevo personaje que promete presentar batalla a partir del próximo volumen y Young-Seo y Cha Sung-Hoon siguen dando pequeños pasitos en su -está ya mucho más clara- inminente relación de pareja.