«Pogg Ur-Pogg te arrancará ese bracillo, y luego lo guardará en su bolsillo«

¡Vaya cachondeo! El número de este mes de Merodeadores destrozó nuestras expectativas con respecto a X de Espadas y el de Lobezno ahonda en esta nueva situación, que ha convertido los esperados diez duelos en un sinfín de pruebas absurdas que parecen más diseñadas para divertir a Saturnina que para poner a prueba la valía y el honor de los habitantes de las dos naciones mutante enfrentadas. Ya con el banquete previo a la competición comenzamos a olernos que esto iba a alejarse un tanto de lo establecido y lo esperable, pero lo que le ha seguido termina por descolocarnos completamente. A la boda improvisada de Merodeadores le siguen enfrentamientos tan peregrinos como una competición de beber entre Tormenta y Lobezno (¡de la misma nación!), una batalla de bailes, desfiles de modelos y hasta una batalla de puzles. Toda una serie de duelos estrambóticos a los que los mutantes se prestan de buena gana tras comprobar en el banquete anterior lo inútil que sería su resistencia.

Me da en la nariz que Saturnina está moviendo los hilos de algo muy turbio entre tanta broma visual. Una desaparición por aquí, una captura por allá, una deuda contraída, otra que queda saldada… Me niego a creer que toda esta locura sea gratuita. Y precisamente eso hace que este cómic sea aún más interesante. Se está contando mucho en cada viñeta, pero igual de importantes son las cosas que pasan en segundo plano… y las que directamente no estamos viendo. Me parece un movimiento inteligente, porque a la vez se huye del crossover clásico con héroes y villanos mostrándonos lo fuertes y poderosos que son y se aprovecha para desarrollar a los personajes de ambos bandos y ponerles en situaciones inesperadas que nos ayuden a verlos desde distintas perspectivas.

«Aquí huele a muerto«

No tengo ni idea de cómo se desarrollará esta historia mientras estoy escribiendo este artículo (he procurado esquivar cualquier clase de spoiler), pero lo que me queda claro es que tanto Jonathan Hickman como todos los autores implicados en esta etapa nos acaba de abrir las puertas a un mundo inmenso y a una nueva galería de personajes (ya sabéis que lo de morir en Marvel es un estado más de la materia). Hay una gran riqueza escondida en el desarrollo de toda esta trama y el caramelo que se pone sobre la mesa a futuros autores de la división mutante de la Casa de las Ideas es especialmente goloso por la cantidad de opciones que se abren de cara al futuro, acabe como acabe todo esto y lo que está por venir. Casi da la impresión de que se esté intentando con los arakki lo que Marvel puso en marcha (y terminó teniendo que abandonar) con los inhumanos: un nuevo universo de personaje poderosos al estilo de los mutantes, pero con un pasado completamente distinto al de éstos.

Lobezno #7: X de Espadas

El cómic en sí, que parece como si me hubiera olvidado de él, es una auténtica locura y una delicia para el lector. Benjamin Percy y Gerry Duggan se lo pasan en grande con la rápida sucesión de pruebas y, cuando necesitan ponerse serios, nos dejan con la sonrisa congelada. Tanto en ritmo, como en variedad y entretenimiento, ésta me ha parecido la mejor entrega de lo que llevamos de evento. X de Espadas está siendo tan distinto a cualquier otro crossover marvelita que llega un punto en el que me da un poco igual como se solucione: estoy disfrutando muchísimo del viaje que nos han propuesto.