Ahora sí, Dan Slott da carpetazo a Imperio y se embarca en el siguiente capítulo de su etapa al frente de Los 4 Fantásticos. Y lo hace formando equipo con un artista que si logra cierta continuidad en la cabecera (al contrario de, por ejemplo, Sara Pichelli, quien desapareció de la noche a la mañana cuando apuntaba a compañera de fatigas de Slott), le dará un impulso a la misma que no veíamos desde tiempos de Jonathan Hickman.

«Si tienen rayos de la muerte, tráeme uno«

Hablamos además de un dibujante que en los últimos tiempos ha estado implicado en el trabajo de Hickman en Marvel con los mutantes. R. B. Silva, designado como uno de los nuevos Stormbreakers de la editorial (junto a artistas como las españolas Carmen Carnero o Natacha Bustos) llega a la cabecera para darle el salto cualitativo que quizás le hacía falta a la serie regular de los imaginautas para despegar del todo. Dan Slott ha ido tejiendo tramas y argumentos eficientes, buscando plasmar la esencia de los personajes y apostando con decisión por profundizar en el aspecto más íntimo de sus protagonistas, haciendo de la faceta familiar uno de sus grandes motores (ahí está la ampliación de la «plantilla» con Cielo y los nuevos retoños de Alicia y Ben). Pero faltaba algo.

Ese algo era R. B. Silva, alguien que transformara los estimulantes guiones de Slott en algo más grande y condujera la franquicia a una escala más épica. Echando un simple vistazo a las primeras páginas de este Los 4 Fantásticos #26 (publicado por Panini Cómics) es imposible no imaginar lo imposible. Siendo una etapa muy entretenida, faltaba la sensación de que cualquier cosa podía pasar, que las amenazas eran reales y que el equipo sí o sí tendría que ir más allá de sus posibilidades para prevalecer. Esto es justo lo que aporta R. B. Silva a una colección que se ha puesto las pilas y quiere aprovechar la espectacularidad de su dibujante. La amienemistad con Muerte, la vuelta de Uatu, el trabajo «secreto» de Sue como espía de S.H.I.E.L.D., la dualidad imaginauta/mutante de Franklin… Slott quiere ir con todo en esta nueva etapa acudiendo tanto a las bases de la colección como a los acontecimientos más recientes que han tenido lugar alrededor de la misma.

Preparad las palomitas que ha vuelto «el mejor cómic del mundo».