John Carpenter's Joker

John Carpenter’s Joker: Una lujosa anécdota

John Carpenter's JokerECC Ediciones presenta un lujoso (por precio, no por contenido) tomo en cartoné con el one-shot escrito al alimón entre Anthony Burch y el cineasta John Carpenter. Sí, el mismo que ha provocado pesadillas a generaciones de cinéfilos con títulos como La noche de Halloween, La cosa o En la boca del miedo. ¿Qué porcentaje hay de uno y otro en este relato de 30 páginas enmarcado en el skyline presentado por El año del villano? Difícil saberlo, la apuesta, aunque interesante, resulta poco rompedora y no dista mucho de otros acercamientos al villano gothamita.

 

«¡Contén la respiración, mi leal amigo!«

 

Los primeros nombres que vienen a la cabeza al ojear este Joker (Joker: Year of the Villain en su versión original) son los de Lee Bermejo y Brian Azzarello y su aproximación a la némesis de Batman. La breve historia de Burch y Carpenter no se aleja mucho de lo que ofreció aquel equipo creativo «eliminando» la presencia del caballero oscuro de la narración y retratando al villano a través de los ojos de uno de sus subalternos. La sensación de novedad, pues, brilla por su ausencia. Al menos en lo que respecta al modo de aproximarse al personaje y la estructura que toma la historia.

 

Los aportes de Carpenter y Burch al villano vienen dados por el tono, más perverso, coqueteando con el terror y el humor negro -mucho-; y por las conclusiones que exponen del sociópata deceíta. Mientras que en el Joker de Lee y Azzarello se exploraba la ambigüedad del personaje y se sembraban dudas acerca de su (aparente) locura, en este se defiende la teoría de que dicha locura es un disfraz, el Joker está cuerdo. «Es malvado. No está loco«. Ahí es donde radica el auténtico miedo que provoca el personaje, no puede justificar sus acciones a través de problemas de salud mental, lo suyo es retorcida maldad. Nada más.

 

John Carpenter's Joker

 

¿El problema? Que no se profundiza en la idea. De hecho, esta no es expuesta hasta casi el final del cómic a modo de gran golpe de efecto, como cuando en un filme de terror descubrimos la identidad del monstruo. Así pues, esta aproximación a la figura del Joker no pasará a la historia del personaje -ni de la de John Carpenter- más que como una anécdota, como un divertido -y perturbado- juego que no quiso o supo arriesgar y desarrollar sus interesantes ideas.

 

La edición presentada por ECC presenta, además, un texto de Borja Crespo a modo de introducción y una selección de portadas llamada simplemente a encarecer el precio del fino volumen. Son pocas y muchas se repiten, variando solo en los colores.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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