Catwoman

Catwoman. Algo huele a podrido: Villa Sosa

CatwomanA estas alturas ya no debería sorprendernos, pero ni con los cambios de formato o de etap ECC Ediciones ayuda a sus lectores y este segundo tomo de las aventuras de Selina Kyle escritas por Joëlle Jones nos deja con el arco argumental de turno a medias y nos emplaza, queramos o no, a un tercer volumen para conocer el desenlace de la trama que tiene lugar en estas páginas.

Me da lo mismo su historia. Sabe cuál es el precio y cuáles son las consecuencias

Algo huele a podrido se presenta continuista respecto a Imitadoras, con Selina queriendo poner tierra de por medio entre Bruce y ella y buscando algo a lo que llamar hogar en Villa Hermosa. Al margen de inconsistencias o fallos narrativos puntuales, ese es el principal problema que encontramos en el tomo que nos ocupa, no se lanza a explorar nuevas posibilidades y se limita a dar vueltas sobre las ideas ya planteadas con anterioridad en la serie. Con tramas y personajes bien armados esto no sería mayor problema, pues serviría para profundizar en las dudas y motivaciones de la protagonista, pero la serie arrastra consigo un carácter de transitoriedad tan acentuado que el discurso resulta poco atractivo. Sabemos que lo aquí narrado tiene fecha de caducidad y la falta de carisma de secundarios como Carlos o James, no es de gran ayuda a este respecto.

 

Jones no está sabiendo lidiar con el gran peso que arrastra Selina desde su huída de Gotham. Los asuntos pendientes que dejó allí son un muerto difícil de esconder en el armario y se ha quedado a medio camino entre establecer un punto de ruptura radical que le sirviera como terapia de choque a nuestra protagonista y entre explorar el dolor y las consecuencias de dejar escapar la oportunidad de ser feliz junto a su murciélago favorito. Jones ha querido abarcarlo todo, pero ha errado en el enfoque, apostando por tramas que ni le van ni le vienen a la gata, se enfrenta a problemas en los que no está verdaderamente implicada y tanto daría que fuera Catwoman como cualquier otro héroe de la compañía. Selina parece, por momentos, una invitada en su propia colección.

 

Catwoman

 

Entre medias, se cuelan un par de relatos autoconclusivos que se revelan como lo mejor del tomo y puede que de la serie, al menos hasta ahora. El primero está escrito por Ram V y toma la faceta más lúdica de las historias de robos, con sus engaños, falsas apariencias y enrevesados planes que salen a pedir de boca. El siguiente, narrado por Jones, pretende arrojar luz a un suceso delictivo a través de la declaración de varios personajes -entre ellos Selina- para dar varios puntos de vista sobre un mismo hecho a fin de descubrir la verdad del mismo.

 

Y para el final… llega la inevitable conexión con El Año del Villano.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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