«Si tienes límites, y sin duda has de tenerlos, son los límites de tu entendimiento, de tu imaginación«

Tenía que llegar y ha tardado nada menos que nueve entregas (otros tantos meses) en hacerlo. Al Ewing, que rompe de nuevo la alternancia y encadena dos meses consecutivos como guionista de la serie, nos cuenta en Veneno #9 (#57) por fin de qué iba todo el lío que vimos al comienzo de la serie con dos Eddies Brock lanzándole al pobre de Dylan mensajes contradictorios y confusos acerca de lo que debía de hacer para escapar y permanecer con vida mientras su recientemente deificado padre trataba de regresar a la Tierra (y puede que a la vida). Nos encontramos, de golpe y porrazo, con una entrega que funciona a la vez como faro que alumbra las respuestas a todas las dudsas que teníamos y nueva fuente de pesares y problemas para el protagonista que se ha agenciado este guionista.

Y es que si en el anterior número nos encontrábamos con Kang el Conquistador y nos enterábamos de la relación de éste con Meridius, lo cual no puede significar nada bueno a medio plazo para el Protector Letal, en esta entrega asistimos al alegre viaje de Eddie por la corriente temporal en busca de algo que pueda proteger a su hijo de las amenazas que se ciernen sobre él… y haciendo que todas y cada una de las cosas que hemos visto hasta ahora en el cómic se vayan sucediendo con pasmosa fidelidad. El pobre de Eddie descubre muy tarde que lo de los viajes por la corriente temporal hay que dejárselo a los expertos y a los que saben qué mariposa aplastar para que tal o cual terremoto suceda a miles de kilómetros de distancia.

«Así que me duele aún más cuando me pregunta cómo puede fiarse de mí«

Personalmente, aunque quizás me vea influenciado porque siempre me han gustado las locuras espacio-temporales cuando están bien llevadas, estoy disfrutando con esta serie. Ram V nos está proponiendo una historia más callejera y cercana al Veneno tradicional, pero con la variante de que en el asiento del conductor nos encontramos a un chavalín sin apenas experiencia simbionte y con muchas ganas de pertenecer a la rama brillante del espectro de héroe a villano. Ewing, por su parte, se está marcando una historia de ciencia ficción y saltos temporales que hace bastante más compleja la trama y que busca darle al personaje un nuevo aire y una mitología mucho más honda de la que hemos conocido hasta ahora y que el bueno de Donny Cates se encargó de expandir.

Veneno #9 (#57)

Sí que es cierto que la entrega de este mes puede resultar de lo más liosa, pero me parece que se encarga de preparar el terreno para cosas muy interesantes para el personaje y para la Casa de las Ideas en general. Veneno es, de todas las series que nos trae mes a mes Panini a España, una de las que con más ganas leo y esto es no sólo porque me interese hacia dónde va la trama, sino porque los guionistas han logrado que empatice tanto con el padre como con el hijo de los Brock. El avance que nos ofrece el número del Día del Cómic Gratis estadounidense (con dibujos de Stefano Raffaele en lugar de los ya habituales de Bryan Hitch) no hace sino ponernos los dientes largos acerca de lo que nos puede deparar todo esto si les damos a V y Ewing el tiempo suficiente como para desarrollar las tramas que tienen preparadas para nosotros.