«Vamos a aniquilar esta especie«

Terminó la serie de los Eternos de Kieron Gillen tras dos interesantísimos arcos argumentales: el primero dedicado a contarnos que Ikaris y los suyos ya han cumplido con su función y quizá, sólo quizá, deberían retirarse y a desvelar que cada vez que un Eterno resucita, la Máquina (la propia Tierra) acaba con la vida de un ser humano a cambio. El segundo, partiendo de los coletazos del anterior y siguiendo con gran parte de su trama, coloca a Thanos como Eterno Supremo y lo lanza a la búsqueda de algún mecanismo que lo introduzca en el seno de la Máquina y lo convierta a su vez en un Eterno más: inmortal, poderoso y protegido por la arcaica sociedad que encabeza tras el asesinato de Zuras. Todo un jaleo, ¿no? Pues la cosa no acaba ahí. Tal y como leemos en las grapas que Panini ha venido publicando mensualmente, Druig (que ya nos parecía retorcido en la película de Chloé Zhao) pronto decide rendirle pleitesía y dejar a los suyos de lado (Ikaris, Sersi y compañía no tienen más remedio que refugiarse en Lemuria, la capital de los Desviantes, los enemigos naturales de los Eternos) y, de hecho, le ayuda todo lo que puede a la hora de perseguir los cambios genéticos que el nuevo Eterno Supremo ansía.

Todo muy complicado, pero necesario para comprender de dónde sale este VXE: El Día del Juicio, el enésimo crossover de la era sin crossovers, un evento que sirve tanto para cerrar la miniserie de Gillen como para zarandear el avispero de las relaciones entre los mutantes y el resto de los habitantes del planeta Tierra. El tema es que, como pudimos leer en Eternos #15, Druig acaba traicionando también a Thanos (¿acaso a alguien le sorprendió?) y, debido a su heroica traición, es encumbrado como nuevo líder de los Eternos, un puesto que siempre ambicionó y que nadie con dos dedos de frente quiso darle jamás. ¿Y qué es lo primero que hace Druig al llegar al poder? Buscarse un enemigo lo suficientemente interesante como para que a los suyos se les olvide por un momento que su líder es una serpiente venenosa y retorcida. Y así es como nace el evento de VXE, como la excusa de un líder débil para reunir bajo una misma bandera a todos los que, de otro modo, se le habrían opuesto.

«Son tan capaces de resistirse como tú de hacer que tu corazón deje de latir«

¿Os suena de algo? Irak, Afganistán, los ‘menas’, las feministas, el humorista de turno que confunde la bandera con un trozo de tela pintado… Desde siempre los líderes más débiles, corruptos y mentirosos se han escudado en ‘enemigos comunes’ (a menudo inventados) para reunir bajo su ala no sólo a los que se sienten a gusto con su peligrosa manera de pensar, sino a todos los que, en la órbita de los anteriores, normalmente no apoyarían discursos de odio hacia el prójimo o el simplemente diferente. Lo que vamos a tener por aquí a partir del mes que viene es una guerra innecesaria en la que una raza cuyos sueños han sido reducidos a cenizas tratará de apagar la llama de quienes están comenzando ahora a soñar. Por supuesto, entre medias surgirán complicaciones que harán la historia más compleja y no olvidemos que Los Vengadores también estarán por ahí para enredarlo todo un poco más, pero, en esencia, lo que tenemos es a un líder que se viste de fascista para que nadie lo vea como la lagartija pusilánime que es… O quizás, precisamente, para hacer gala de su carácter reptiliano.

VXE: El Día del Juicio #0

Y ojo. Que escribo esto sin olvidarme de que los mutantes (aunque yo mismo llegara a dudar del hecho) llevan mintiendo a la raza humana desde hace un par de años largos. Los krakoanos, aparte de comerciar con drogas naturales que los han convertido en los reyes de la parafarmacia, han descubierto cómo, a base de conjugar los poderes de cinco de ellos, pueden sortear el incómodo trance de la muerte, convirtiéndose en iguales a los Eternos, pero sin la pequeña pega de costarle la vida a seres humanos cada vez que resucitan. Este secreto va a salir a la luz seguramente a lo largo del evento. Y el descubrimiento de la máquina de resucitar mutantes (que claramente podría aplicarse a humanos) va a levantar más de una ampolla entre los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Quizás lo más importante en esta guerra inútil sea ver hacia dónde nos conduce en el entorno de las series con X.