ECC Ediciones publicaba hace algún tiempo La Cosa del Pantano: Devenir, serie ambientada en el «universo oscuro» deceíta que presentaba a un nuevo avatar para el verde llamado Levi Kamei. ¿Qué fue de Alec Holland, la eterna Cosa del Pantano? Ni idea. Ni a los editores (que no añaden un texto que contextualice) ni a los autores (que obvian cualquier información al respecto) les importa Holland. Este es un nuevo mundo para una nueva Cosa del Pantano.

«¿Quién… eres?«

Bueno, sí que hay alguna alusión a Alec Holland, pero en el contexto de los recuerdos del verde, haciendo brevemente de mentor de Kamei ante la dura empresa que se le plantea. El guionista Ram V y el dibujante Mike Perkins (con la colaboración puntual de John McCrea) tienen por misión ofrecer sangre nueva a la franquicia a través de un nuevo protagonista. Y en términos generales el trabajo de V y Perkins es estimable. El escritor indio regala mil y un homenajes a los seguidores de La Cosa del Pantano de Alan Moore (la etapa que más ha definido la historia del personaje), al tiempo que busca un tono y voz propia.

Es interesante en relación a su trabajo al frente de La Liga de la Justicia Oscura, donde allí tratara con Holland. Mientras aquel estaba curtido en cientos de batallas y hablaba con la gravedad y peso de la experiencia y de una vida marcada por la tragedia (¿qué superhéroe no tiene una existencia así?), Kamei es prácticamente un recién nacido, que va aprendiendo sobre la marcha. Donde uno sufrió largo tiempo vergüenza y terror por verse convertido en un monstruo, el otro asume con inusitada naturalidad su nueva condición y realiza un viaje marcado por la introspección y los remordimientos por no haber sido más atento con los suyos.

Sin abandonar el género, esta iteración de La Cosa del Pantano tiene más de viaje de autodescubrimiento que de drama de terror. Es un viaje diferente, pero no por ello menos interesante.

El problema es que Levi Kamei no es Alec Holland. Es un protagonista que no engancha, no interesa. Ni siquiera parece importarle a Ram, más centrado en explorar una naturaleza del verde más esotérica y metafísica, que en dotar de un contexto atractivo a su avatar. Desconectado de su familia desde hace años, el problema de Kamei es que no se entiende con su familia porque estos están muy apegados a las tradiciones de su pueblo y él es un hombre de ciencia, que mira siempre al futuro. Su conflicto se resume en que mira por encima del hombro a su familia y es incapaz de ponerse en su lugar. ¿Y cómo se convierte en La Cosa del Pantano? Por arte de magia. Literalmente.

Si en lugar de Levi Kamei de la India, el protagonista fuera José García de España daría lo mismo. La insustancialidad del protagonista resta fuerza a un relato que por lo demás muestra un atrevido enfoque con el potencial de llevar por nuevos derroteros a la franquicia sin dar la espalda a su extenso legado. ¿Conseguirá asentarse esta nueva Cosa? Sin un personaje que sepa lo que es tener carisma, difícil.