«Eddie Brock ha quedado reducido a cenizas«

El otro día, cuando os hablé acerca del Hulk de Donny Cates, olvidé mencionar el aparente pasotismo del guionista por el final de la etapa de Al Ewing (en la que veíamos a un Bruce Banner en paz consigo mismo y sus múltiples personalidades). No tiraré la toalla porque Cates suele saber lo que se hace y porque me da en la nariz que nos faltan piezas del rompecabezas que va a ser esa serie, pero, en cualquier caso, ese comienzo tan rompedor con el pasado me chocó especialmente tras ver como Ewing y Ram V cogían a Veneno justo donde lo había dejado su anterior guionista para desarrollar una nueva historia desde ahí. Con Eddie Brock como el nuevo Rey de Negro y con Dylan a punto de convertirse en el protagonista absoluto de la cabecera.

A este respecto, nos encontramos este mes con la sorpresa de ver a Ewing fuera de los créditos de la serie y a V dirigiendo la historia en solitario. ¿Un nuevo truco de Marvel para usar a uno de sus guionistas estrella como anzuelo? Sí y no. Escarbando un poco en la red (y leyendo lo que se nos cuenta al final de este cómic en el Spot On de Panini) nos encontramos con que la historia de esta cabecera se va a dividir en dos tramas: la que sigue a Dylan y al simbionte (que escribe Ram V) y la que va a continuar con el viaje por el tiempo y el espacio de Eddie Brock, que contará con capítulos puntuales de Ewing de cuando en cuando. Esto, intuyo, permitirá al guionista del Inmortal Hulk centrarse como es debido en sus otros proyectos (S.W.O.R.D. en este momento, dentro de nada X-Men Red y, quien sabe si algún día regrese con los Guardianes de la Galaxia), sin perder del todo el contacto con esta cabecera. Es decir, que se marcará un Hickman, quedándose con la batuta (por si fuera necesario enderezar el rumbo), pero sin inmiscuirse demasiado en la historia que nos venga a contar Ram V sobre Dylan.

«Todos estos años he observado, estudiado, diseccionado y adaptado«

Y en torno al hijo de Eddie se centra la historia ya en este segundo número. En torno a él, su huida y los enemigos que van a comenzar a parecer aquí y allá en busca del poder que representa… o de eliminar la amenaza simbionte de la faz de la Tierra. No se escapa demasiado la historia del tono del Inmortal Hulk, con un protagonista en constante movimiento y sin apenas aliados a su alrededor. Pero la siniestra invulnerabilidad del goliat esmeralda es sustituida en esta ocasión por la indefensión de un crío que ni tan siquiera se había planteado nunca eso de vestir un simbionte. Dylan, al contrario que el alter ego de Bruce Banner, sí que va a necesitar aliados importantes a cada paso de su camino, y eso puede marcar una dinámica distinta e interesante para la colección. ¿Va a tratar sobre la huida eterna del muchacho? ¿O le veremos más adelante abrazar los poderes que le otorga Veneno para convertirse en una encarnación más del Protector Letal? Preguntas interesantes que nos sugiere una lectura que es, como mínimo, absorbente.

Veneno #2 (#49)

No negaré que me esperaba una historia con Ewing a tope desde el primer número, pero lo que nos cuenta Ram V en esta segunda entrega no me desagrada en absoluto. Y, además, sabemos de buena fe que el otro guionista regresará cuando haya que volver a hablar del anterior protagonista de la cabecera, con lo que su desligamiento de la serie puede que sólo sea virtual. Con todo, este mes de abril tendremos lo que se huele como un número prescindible de la colección (un especial por las cincuenta entregas españolas de la serie) con recortes de cómics antiguos y no volveremos a saber de Dylan hasta el mes de mayo, así que habrá que esperara hasta entonces para seguir tratando de perfilar el alma y el carisma de esta nueva andadura para el simbionte más famoso de la Casa de las Ideas.