Panini Cómics reedita dentro de su línea Must-Have la mininiserie original de Jóvenes Vengadores (la de Allan Heinberg y Jim Cheung), clásico moderno de Marvel Comics cuyo legado sigue muy presente 16 años después de su primera publicación. Kate Bishop, Wiccan, Hulkling… nombres de gran calado en la actualidad que hicieron sus primeros pinitos como Vengadores en las páginas de este volumen imprescindible.

«No me voy a llamar ‘Ojo de Halcón’«

En un momento convulso entre las filas vengadoras (¿cuál no lo es?) surgía un grupo de adolescentes con ganas de comerse el mundo y de demostrar que el heroismo no es cuestión de edad o de experiencia, sino de actitud y responsabilidad. Llevados por la inconsciencia de la edad, Patriota, Iron Lad y compañía no tardan en meterse en problemas; pero con la misma rapidez que se meten en ellos, son capaces de mostrar su valía.

Heinberg sorprendía (y sigue sorprendiendo) con una propuesta muy fresca y atractiva. Los personajes resultan muy llamativos desde el primer momento y los evidentes parecidos de estos con sus contrapartidas adultas esconden mucho más de lo que aparentan. El guionista huye de soluciones facilonas y crea interesantes contextos alrededor de estos jóvenes vengadores, jugando con nuestras expectativas (y prejuicios) a favor de obra. ¿Un Iron Man con tecnología futurista? ¿un trasunto de Bucky? ¿Un Hulk? A partir del juego de las semejanzas, Jóvenes Vengadores crea una potente personalidad quese dejaría notar incluso en la etapa de Gillen y McKelvie o en su heredera espiritual Vengadores Costa Oeste de Thompson.

Heinberg y Jim Cheung supieron crear un conjunto de personajes muy carismáticos. Y es que, más allá de las tramas heroicas, la serie aborda interesantes temas en torno a la problemática de la juventud. Desde el (eterno) conflicto entre la generación dominante y la que llega con aires de renovación, a la búsqueda de aceptación e integración, es tremendamente fácil empatizar e identificarse con las preocupaciones y deseos de los protagonistas. Siendo auténticos desconocidos para el público, la máxima que persiguen es la de conectar con nosotros.

Jóvenes Vengadores funciona a la perfección como volumen único, pero tiene también muchísima importancia para comprender algunas de las variables que hoy marcan el devenir del universo Marvel. Si no, que se lo pregunten a Hulkling y su imperio galáctico kree-skrull. Jóvenes Vengadores es, en el mejor sentido, historia marvelita.

El tomo se complementa además con cantidad de material extra en forma de bocetos, diseño de personajes y textos del guionista que profundizan en la génesis del proyecto, así como los habituales contenidos de los volúmenes de la línea Must-Have como una -en este caso- discutible cronología que no tiene mucho sentido cuando esta es la primera aparición de muchos de los personajes. Una mínima mancha para un libro que no puede faltar en ninguna estantería.