La línea Must-Have de Panini Cómics se está ganando un hueco en el corazón de todos los lectores gracias a su afán por recuperar las grandes historias de Marvel Comics en un formato accesible y muy atractivo para todo tipo de públicos. Si bien -siendo quisquillosos- muchas veces las cronologías incluidas resultan un tanto forzadas agravando sin necesidad el toc de los completistas, mientras que algunas obras entran en la colección más por su reclamo publicitario que por su valor en sí; el gran mérito de la línea radica en la heterogeneidad de propuestas (casi no hay personaje importante sin su Must-Have) y en la oportunidad que brinda de (re)descubrir cómics que puede que en su momento no supiéramos valorarlos como merecían. Jóvenes Vengadores: Mirando al futuro es un clarísimo ejemplo de esto último.

«No hay nada patriótico en la corrupción ni los encubrimientos… ni en defenderlos»

Y es que la miniserie aquí reunida (Young Avengers Presents), en comparación a su predecesora (la original de Allan Heinberg y Jim Cheung) y su sucesora (la relevante La Cruzada los niños), ha quedado en una especie de tierra de nadie con el paso de los años. La primera serie, como ya vimos el pasado abril, sirvió para presentar a una nueva generacion de héroes en la que destacaban personajes como Kate Bishop o Hulkling, de gran importancia en la actualidad. La otra suponía, nada menos, que recuperar a Bruja Escarlata tras los hechos de Dinastía de M.

¿Qué propone por su parte Mirando al futuro? Pues un puñado de relatos de entretiempo. Es decir, ¿qué es de la vida de los superhéroes entre amenaza y amenaza? Eso es lo que intentan responder un grupo de autores de nombres tan variados e importantes en la industria como Ed Brubaker, Paul Cornell o Matt Fraction. Claro, al tratarse de historias de un perfil bajo, sin una gran trama que condujera a un conflicto contra el villano de turno, con páginas y páginas en las que el dibujante y protagonistas pudieran lucirse en medio de la batalla, el tiempo pasó sin que la miniserie hiciera demasiado ruido.

Ya en su momento, más que una segunda temporada de Jóvenes Vengadores, este proyecto se planteó con un enfoque diferente, dando la oportunidad a diferentes equipos creativos a que exploraran conceptos como el legado o la familia a través de las miradas más jóvenes de la editorial en aquel momento. Así, si uno quiere centrarse solo en los hitos más importantes, Mirando al futuro cae -injustamente- en el saco de las aventuras complementarias. No supone ningún gran cambio en el escenario o status de sus personajes… pero sí nos ayuda a conocerles mejor. Esa es la clave de estos relatos, la mirada que aportan a unos personajes que han formado una familia que va mucho más allá de la sangre.

Con todo esto, si venís de Jóvenes Vengadores: Reunión, hay una evidente contiuidad en los temas que se tocan, incluso de enfoque; pero los tonos son más variables. Ya no solo porque aquí, en cierta forma, estemos ante una recopilación de historias con diferentes autores, sino que la acción está en segundo plano. El grueso de las historias tienen un poso más intimista, centrado en el carácter de sus personajes, en cómo se enfrentan a su nueva realidad como héroes (en un contexto, recordemos, post Civil War) y cómo gestionan esto junto a la herencia que han recibido de sus predecesores. En este sentido, a su manera, aquel Generaciones que leímos tras Imperio Secreto puede ser una buena referencia. Aquí se plantan, además, algunas semillas de argumentos que veríamos en el futuro de algunos de sus protagonistas. Ahí están la citada Cruzada de los niños o la súper etapa de Fraction y Dadid Aja con los Ojos de Halcón.

Jóvenes Vengadores: Mirando al futuro es una lectura súper recomendable para conocer y comprender en profundidad a esta generación de héroes destinada a hacer grandes cosas.