«Hazlo… y él te amará por ello«

Círculos viciosos. El grupo de Wiccan (si es que se puede considerar al hijo de la Bruja Escarlata como líder) completará en el próximo volumen una primera vuelta completa en la que aún quedan abiertos bastantes interrogantes y en la que el villano a batir sigue siendo Madre, ese parásito dimensional empeñado en devorar a nuestros protagonistas. A estas alturas ya está bastante claro que Jóvenes Vengadores no es una serie al uso, no hay grandes batallas en ella y sí mucha introspección típica de esa época en la que repentinamente dejas de poder escudarte en tu adolescencia para pasar a la dura y compleja vida adulta.

Esta octava entrega de la colección vuelve a romper la cuarta pared de una manera que podríamos calificar de deliciosa (mal chiste) en una prolongada escena que nos desvela parte de las motivaciones del rejuvenecido Loki, sigue jugando con los misteriosos propósitos del aún más misterioso Patriota y nos presenta la candidatura de Leah a próxima villana del equipo de héroes en formación. Si nos detenemos en cada uno de los tres vemos que del supuesto Patriota poco se puede sacar salvo que su presencia y el rapto de Tommy van a seguir siendo un misterio al menos hasta el final de esta primera saga del cómic. Por otra parte, Leah parece que puede ser un personaje de menor duración de la que en un principio se podía sospechar (ha enseñado sus cartas quizás demasiado pronto, pero ya se sabe, en asuntos del corazón…) Por último, Loki da la impresión que sólo permanecerá en el grupo mientras los enemigos comunes amenacen a su plan a largo plazo. Llegará el momento en el que el hermanastro de Thor vuelva a posicionarse en el bando que le corresponde y entonces habremos de ver cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo queda el grupo de herido sin la presencia de este carismático caracter.

«Es una criatura de mentiras«

Con la Casa de las Ideas volcada en los crossovers de La Batalla del Átomo e Infinito, resulta significativo que a Kieron Gillen se le haya permitido mantener a su serie apartada del pandemónium general para que siga su propio ritmo y pueda mantener la frescura derivada de la autonomía y la originalidad que desprende. Sin embargo, el hecho de que nunca se llegue a derrotar del todo a Madre (básicamente porque no se llegue a luchar nunca del todo contra ella) juega en contra del éxito de la serie. Este monstruo nunca ha gozado de un carisma especial (más bien parece un títere a manos del trío anteriormente descrito) y sus papel preponderante en el centro de las vidas de los protagonistas más allá de problemas más acuciantes como pueden ser la desaparición del hermano de Wiccan comienza a dar signos de agotamiento. Los Jóvenes Vengadores necesitan una excusa nueva para no estar en Nueva York… o necesitan volver a Nueva York para recuperar sus descontroladas vidas.

Con bastante seguridad Jóvenes Vengadores #9 despejará bastantes de nuestras incógnitas y lanzará al supergrupo de nuevo hacia adelante. Si de algo se caracteriza la serie heredera de la de Allan Heinberg es por su capacidad para sorprendernos. Dejémosla hacer y veamos qué nuevas sorpresas nos depara.