Comienza la gran batalla contra madre que decidirá el futuro de los héroes adolescentes del universo Marvel.

«Vengadores, reuníos… supongo«

Los acontecimientos del anterior número nos dejaron a Loki algo menos adolescente y a Prodigio emulando el sistema de Tony Stark para los Vengadores Mundiales, pero con menos años y más hormonas. Una vez puestas las cartas sobre la mesa y desveladas todas las sorpresas llega el turno de que los Jóvenes Vengadores comiencen a repartir mamporros, ha llegado el momento de volver a Nueva York y plantarle cara a Madre.

El problema es que Wiccan no termina de creerse eso de que es el demiurgo, el tipo sobre el que descansa el futuro de toda magia, que Noh-Varr piensa demasiado con el cerebro equivocado, que Loki nunca contará sus planes al 100%… y que Madre les espera y no se ha quedado de brazos cruzados mientras ellos se preparaban.

«Y entonces los Jóvenes vengadores atacaron«

Poco se puede contar de este volumen con poco seso y mucho músculo salvo el hecho de que Kieron Gillen deja por fin claro que, más allá de la recuperación de los personajes que popularizó la primera entrega de esta cabecera, lo que el actual guionista de Iron Man pretende es dar un empujón a una serie de personajes para él poco aprovechados hasta el momento e insertarlos como miembros de pleno derecho en la constelación de héroes que conforman las diversas series de la Casa de las Ideas. Jóvenes Vengadores terminará en un par de meses, series como Academia Vengadores o Runaways están viendo el fin de sus días en Vengadores Arena y los personajes que tanto nos cautivaron de Generación Hope llevan una buena temporada en dique seco, pero en el horizonte ya vislumbramos series como Loki: Agente de Asgard, Avengers Undercover o la nueva concepción de las aventuras de Lobezno y la Patrulla-X, series que, a buen seguro, buscarán explotar a la serie de personajes que se gradúen al final de esta batalla por el futuro de la realidad.

Panini nos deja a las puertas del fin de la batalla en un tomo que no ha sido editado con demasiadas ganas (¡no leáis el Al Salir de Clase antes del cómic!), pero que nos pone en la cuenta atrás para el final. Un servidor no puede esperar para ver cómo se desarrollan las cosas entre estos héroes en prácticas que luchan por madurar y por ser reconocidos ante sus semejantes.