«Me alegro de volver a verte, Bruce«
Tras desproveer a Batman del control de Gotham en la Noche de los Búhos, aislarle de sus aliados en La Muerte de la Familia y apuñalar su corazón en Batman Inc., Scott Snyder y Greg Capullo se toman un pequeño descanso en su orgía de destrucción (o quizás tomen carrerilla para el renacimiento del héroe) y nos llevan a la Gotham que vislumbramos en Año Cero y que nos habla de los orígenes del personaje según la historia del Nuevo Universo DC.
Una breve introducción nos muestra lo mucho que puede llegar a fastidiar las cosas un Bruce Wayne inexperto e impetuoso que aún no ha tomado los hábitos del murciélago. Este nuevo arco nos lleva, como ya hiciera el especial de hace unos meses, a la Gotham en la que está sembrando el terror el Capucha Roja original, villano que, aunque nosotros lo conocemos bien, tiene en jaque a la policía de la ciudad por sus métodos aleatorios y por la manera que tiene de buscarse aliados, buceando en lo más oscuro del alma humana.
«¿Quién es el cobarde en realidad?«
Dos cosas nos quedan claras tras la lectura de los primeros números de esta saga: una es que Snyder, como tantos otros, es un gran fan del trabajo de Frank Miller y de su mítico Batman: Año Uno. El trabajo de este guionista está plagado de detalles y referencias al cómic de los 80 en el que se redefinieron los primeros pasos del héroe y este Origen bebe directamente de dicha obra, aunque aplicando una serie de cambios que la permiten coexistir de una manera más sólida con las diferentes tramas que ya nos ha ido contando el autor (¿recordáis el tomo #6 de la colección?). La idea de un Bruce Wayne con una enorme carga de entrenamiento en diversas artes a sus espaldas, pero sin la experiencia necesaria en el campo de batalla como para poder sobrevivir demasiado tiempo en la ciudad devora-almas que es Gotham, casa a la perfección con el carácter que el autor le ha querido dar al Hombre Murciélago.
La segunda viene a ser la confirmación de que el proceso de maduración del personaje aún no se ha completado con los dos arcos anteriores. Por todos es sabido que DC pretende con este nuevo universo «rejuvenecer» a sus héroes para ayudar a los lectores noveles a identificarse con ellos. Sin embargo, daba la sensación de que Batman seguía siendo el mismo de siempre, aunque ciertas reacciones al final de La Muerte de la Familia lo desmentían y sembraban la duda. Queda claro con estos tres números que el Wayne que hemos visto hasta ahora arrastra muchos de los vicios de su versión más inexperta. Queda aún un largo camino por recorrer hasta llegar a… ¿quién sabe si la versión de Snyder del Regreso del Caballero Oscuro?
«Me convertiré en un murciélago«
Pero con la saga Origen no abarcamos más que una tercera parte de lo que contienen estas entregas que nos ha preparado ECC. Tras cada capítulo de este nuevo arco tenemos la oportunidad de seguir a Bruce durante su entrenamiento alrededor del globo. Estos tres números nos llevarán a Brasil, El Cairo y Noruega para mostrarnos como el pequeño de los Wayne adquirió destrezas en sigilo, robo, conducción, supervivencia… sin perder de vista en ningún momento los ideales que marcó a fuego en su alma sobre la clase de hombre que aspiraba a ser algún día. Estas historias, de unas pocas páginas cada una, completan cada una de las entregas y en ellas Snyder se alía con James Tynion IV para dar un descanso a Capullo y una oportunidad al ganador de un premio Eisner Rafael Albuquerque.
Por otra parte, y siguiendo con la nueva política de ECC que, con suerte, nos ahorrará problemas como los de los primeros números de la colección, cada tomo recoge también su correspondiente entrega de Detective Comics que, como ya ha ocurrido en otras ocasiones del pasado, rescata la versión más detectivesca del personaje. Lo interesante de estas aventuras (autoconclusivas, con todas las connotaciones que ello conlleva) es que nos devuelven al presente y les sirven a sus creativos (capitaneados por John Layman y un nutrido grupo de artistas) para presentar a nuevos villanos, seguir avanzando en las tramas que Snyder ha dejado abiertas y, en definitiva, lograr que no olvidemos el presente del Caballero Oscuro aunque sus correrías nos lleven ahora al pasado.
«No eres nadie«
Entre los villanos que se presentan destaca Ira, una especie de versión oscura de Batman que parece operar desde las sombras y a través de secuaces a cada cual más siniestro. El personaje aún no nos deja ver nada sobre él (o ella), pero queda claro que estamos lejos de poder olvidarlo. Las historias de estos tres Detective Comics también traen al presente uno de los secretos del pasado de Wayne, que vuelven para mortificarle mientras Harper sigue acumulando puntos para enfundarse las mallas rojas, amarillas y verdes en un futuro aún no demasiado cercano.
Al igual que las entregas de Batman, la serie que da sentido a las siglas DC cierra cada una de sus entregas con un relato corto acerca de los villanos que pueblan Gotham. Puede que aún no haya llegado Maldad Eterna a nuestras colecciones, pero el universo de villanos que pueblan las páginas del Caballero Oscuro es tan vasto que un sólo evento no daría para poder sumergirnos plenamente en su psicología y motivaciones. El trágico Man-Bat y la sórdida Jane Nadie (Jane Doe en el original) nos ofrecen un vistazo rápido a sus vidas que deja un regusto amargo en la boca por la inevitabilidad de los hechos que sufre el primero y lo tortuoso (y para cierto personaje desalentador) de los actos de la segunda.
ECC tiene en la colección de Batman una de sus mayores fuentes de ingresos y de un tiempo a esta parte se ha dedicado a mimarla como se merece. Los lectores no podemos sino frotarnos las manos y esperar nuevas entregas del cruzado de la capa que vayan arrojando luces (o nuevas y terroríficas sombras) sobre la historia pretérita de nuestro personaje favorito.
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