Veneno #4 (#52)

Veneno #3-4 (#51-52): En el nombre del hijo

Veneno #3 (#51)«A veces busco en la negrura de mi interior y no oigo tu voz ni la mía«

 

Bueno, pues tal y como os comentábamos hace un par de meses (cosas del prescindible número #50 de la colección) vuelve Veneno, vuelve la historia de Dylan Brock y, por tanto, vuelve únicamente (hasta que en el #5 regrese Al Ewing) Ram V como principal guionista de la cabecera, a los mandos de la parte de la misma que se queda en la Tierra y sigue las andanzas del hijo de Eddie y del par de simbiontes que lo acompañan. En este sentido, y a través de una doble entrega que bajo ningún concepto es una excusa de Panini para cobrar dos veces a los seguidores del Protector Letal, vemos como el chaval se afana por dar esquinazo a quienes le persiguen a la vez que trata de descubrir qué demonios ha pasado con su padre y si él puede hacer algo para ayudar.

 

Me recuerda Dylan al personaje de John Connor en la película de Terminator 2. Es un adolescente (bueno, se supone que Connor tenía 10 años en la película, pero ya me entendéis…) al que persigue algo oscuro y peligroso y ha de confiar en algo aún más oscuro y peligroso si quiere vivir. Es una fórmula que pocas veces falla. Un mecanismo para hacer menos temible al simbionte y para endurecer a un personaje que está creciendo y ganando consistencia con cada nuevo número de la colección. Por el camino Dylan se va a encontrar traiciones en cada esquina y amigos donde menos los espera y esto está siendo muy interesante de leer para los aficionados a la Casa de las Ideas.

 

«Mi jefe cree que eres un gran enigma. Una quimera mítica ante la que maravillarse«

 

Y, además, esto nos promete un par de cosas: Por un lado nos asegura que se va a traducir en una nueva evolución del simbionte, principalmente para adaptarse a su nuevo huésped, pero también como manera de responder ante la otra gran promesa que nos deja, sobre todo, el Veneno #4 (#52). Ésta no es otra que un nivel cada vez mayor de amenazas cerniéndose sobre Dylan y Veneno. Los villanos de La Fundación por la Vida nos aseguran que van a herir al simbionte tantas veces como puedan con tal de ver en qué termina por convertirse mientras que Alchemax, que es quien le pone las manos encima al protagonista humano de esta parte de la serie, va a someter a Dylan a una presión tal que no le quede otra que incumplir la palabra que le dio a su padre y transformarse en el anti-héroe que todos conocemos, o por lo menos en su propia versión del mismo.

 

Veneno #4 (#52)

Veneno #4 (#52)

 

Todo esto nos deja con un par de números muy interesantes que, además, cuentan con el fantástico dibujo del siempre irregular Bryan Hitch (¿cuánto aguantará esta vez?). La acción está bien, pero además estamos acompañando a una serie de personajes en unos viajes de crecimiento y superación que molan bastante leer. Queda por ver cómo de diferente es el Veneno de Dylan del que esgrimiera su padre (por la imagen final de estos capítulos se intuye que algo más sofisticado y menos brutal e hipermusculado) y hacia dónde nos dirige la trama que está cocinando Ram V. De momento el mes que viene volveremos con Eddie, así que habrá que esperar.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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