Haikyû!! #7

Haikyû!! #7-9: Victorias y derrotas

Haikyû!! #9«Si os quedáis ahí tirados en el suelo… Eso sí que será una prueba de vuestra debilidad«

 

Potente terna de tomos los que caen en nuestras manos hoy directamente desde Planeta Cómic. Cerramos durante las entregas siete y ocho el Torneo Interescuelas que veníamos disfrutando desde tomos anteriores y nos metemos en un nuevo arco argumental (con presentación de personaje incluida) en la novena entrega de la colección. Es tontería decirlo, porque poca gente que no se haya enganchado con los seis números anteriores seguirá probando suerte con éstos, pero lo cierto es que el partido de la Karasuno contra la Aoba Jôsai (que se extiende a lo largo de los números del seis al ocho, casi nada) demuestra por qué este cómic ha triunfado tanto entre los fanáticos del manga deportivo y entre los amantes del cómic y la animación japoneses en general.

 

Resulta bestial que un partido ocupe él solo tres entrega de una colección. Pero resulta más salvaje aún que la intensidad y la emoción que uno siente cuando ve un partido en directo se transmitan tan bien a las viñetas. Incluso cuando éstas van acompañadas de una cantidad ingente de información acerca del voleibol y de las técnicas y estrategias que lo acompañan, la manera en que se plasman los movimientos en el manga, las actitudes de los personajes y la velocidad con la que los partidos van cambiando de dueño hacen que uno se vea trasportado a las gradas y acabe tan de los nervios como el entrenador o los aficionados que se reúnen para ver jugar a cada uno de los dos equipos. Cierto es que hacía bastante tiempo que no me enganchaba a un manga deportivo, pero que éste consiga atraparme tiene mucho que ver con todo esto.

 

«Te daré una paliza y luego iré al campeonato nacional«

 

El partido contra la Aoba Jôsai no acaba bien. Esto no es sorpresa, porque Haikyû!! no deja de ser un shonen y este tipo de cómics necesitan de la derrota para poder seguir llevando a los protagonistas por el ‘camino del héroe’ (la frase del octavo tomo con la que comenzamos este artículo es un clásico de este tipo de mangas). Es del fracaso y la frustración desde donde los personajes comienzan a cimentar las habilidades que les llevarán hacia la victoria y la excelencia. Quien no ha sido nunca derrotado no puede esforzarse al máximo, porque nunca sabrá el sufrimiento que hay tras cada fracaso ni la fuerza que requiere sobreponerse a cada uno de ellos. Esto es especialmente relevante en una sociedad como la nuestra, que se ha hecho especialmente poco tolerante a la frustración (sobre todo las generaciones más jóvenes y acomodadas) y que se enfrenta en la actualidad a una realidad que exige de nuestra resiliencia y de nuestra capacidad para encajar golpes y esperar nuestro momento.

 

Haikyû!! #7

Haikyû!! #7

 

En Haikyû!! #9 entra en escena un nuevo personaje. Ya desde el tomo anterior Haruichi Furudate comienza a plantear el hecho de que hay varios jugadores del Karasuno que se encuentran en su último año antes de saltar a la universidad, la formación profesional o el mercado laboral. Y en éste el mangaka amplía esta situación a Kiyoko Shimizu, la mánager del equipo que siempre hemos visto un poco a la sombra de todo lo que le va ocurriendo al resto de personajes y que ahora busca entre los alumnos de primero a quien haya de sustituirla de cara al futuro. Algo le debieron decir al autor sobre la falta de presencia de este personaje desde la editorial, porque la entrada de Hitoka Yachi viene a actuar como un activador para Shimizu y, sobre todo, como una manera de poner el acento sobre el papel de la mánager, que quedaba casi como algo superfluo hasta que el autor nos presenta a esta estudiante de primero. Yachi es una chica tímida y llena de inseguridades, pero es también un personaje con su propia trama, sus metas y sus motivaciones y esto logra que el lector quiera saber más sobre ella entre partido y partido. Entre victorias y derrotas.

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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