«Sé que te mueres por contárselo a alguien«

Problema-Reacción-Solución. Con este nombre tan poco glamouroso se conoce a la técnica de manipulación mediática de crear un problema para luego, a continuación, ganarse los apoyos del populacho ofreciéndoles la solución. Hay miles de ejemplos tanto en la literatura como en el cine o los cómics y hay muchos más en la vida real. Es como, por poner un ejemplo, si tienes en tus manos la sanidad de un país, dejas que el país se vea devorado por una pandemia y luego sacas pecho diciendo que has comprado vacunas como para que los ciudadanos se pinchen tres veces por semana durante diez años.

Y la cosa es que funciona. No con todos, está claro, pero muchos de esos ciudadanos se sentirán agradecidos por todos los esfuerzos que has hecho para salvarles la vida, olvidando que, de no ser por ti, otros muchos se podrían haber salvado antes. Así es como los héroes quedan diluidos y los villanos asumen su manto. Así es como prácticamente todos los gobiernos logran perpetuarse en todas las naciones y así es como funciona este mundo desmemoriado en la supuesta Era de la Información. No existen las hemerotecas, sino que todo se reduce a lo que se dice (o se hace) en el aquí y ahora. Poco importan los esfuerzos acumulados, siempre habrá alguien que se lleve las loas por los esfuerzos que otros muchos hayan hecho. Cuando toda esta situación acabe ningún gobierno habrá ‘vencido al coronavirus‘. Habrán sido centenares de investigadores con horas de trabajo a sus espaldas y poca o ninguna consideración hasta que el Covid-19 llegó a nuestras vidas. Y habrán sido miles de sanitarios y voluntarios, que han sacrificado sus vidas, su salud y su ánimo en una guerra que bien podría haber sido evitada. Pero de esto, en las elecciones que lleguen dentro de dos, tres o cuatro años, poca gente se acordará en ninguno de los doscientos dieciocho territorios afectados por esta pandemia.

«Creo que nuestro deber como ciudadanos es corregir estos errores«

Esto es lo que se nos plantea en El Inmortal Hulk #19 (#94). Roxxon lanza monstruos contra Arizona para aprovecharse de la reacción de Hulk y sus aliados y hundirles en el fango mientras se encarama a la ola de destrucción y logra con ello apropiarse de sus heroicidades. Con sus redes sociales caídas (por cortesía del goliat esmeralda) y cientos de simpatizantes de nuestro protagonista apareciendo aquí y allá en las ciudades, la empresa de Dario Agger da un golpe sobre la mesa para recuperar su turno de palabra en el diálogo a golpes que mantiene con el Hulk Diablo que nos ha presentado Al Ewing en esta colección. Y es que la lógica es sencilla y ya ha sido utilizada por este personaje en el pasado reciente: Roxxon estaba en el bando de los malos cuando la Guerra de los Reinos asoló la Tierra, pero luego se coronó como un mesías colaborando en todas las tareas de reconstrucción. Problema-Reacción-Solución.

El Inmortal Hulk #19 (#94)

Me muero de ganas por ver cómo soluciona esta papeleta Ewing. Me niego a creer que este movimiento de Agger sea suficiente como para poner a Hulk de rodillas y la inteligencia con la que el guionista se está moviendo en esta serie (que ha pasado de ser fundamentalmente de terror en su primera temporada a mucho más política en esta segunda) me induce a pensar que, sea lo que sea lo que se le ocurra, no me va a defraudar. Con razón le están cayendo a Ewing más y más encargos (como el de los Guardianes de la Galaxia), desde que aceptó traer de vuelta a la vida a Bruce Banner ha experimentado una evolución y un crecimiento en su faceta creativa que lo sitúan como una de las piezas clave en la Marvel de esta época. Y nosotros que nos beneficiamos de ello.