Nos ha vuelto a pasar. Seguir a Kelly Thompson en Marvel se está convirtiendo un sinvivir. Ya nos sucedió con Vengadores Costa Oeste y de nuevo nos vemos en las mismas circunstancias con Masacre. Julián Clemente, en el artículo que cierra esta quinta entrega de la colección del Mercenario Bocazas que publica actualmente Panini Cómics, nos ha dado la mala noticia: se acaba. A falta de un numerito, que además es un cruce con Rey de negro, la andadura de Kelly Thompson al frente de Masacre, llega a su fin.

«Jeff, no me apuñales con tu puñal bucal«

La guionista no termina de encontrar estabilidad en ninguna serie más allá de la que parece haber obtenido en Capitana Marvel (en EEUU suma ya la treintena de episodios). En el caso de Masacre presuponemos que el terremoto que ha supuesto la pandemia del coronavirus, con sus consecuencias en forma de retrasos y restructuración de calendario en el mundo editorial, ha sido determinante para el prematuro final de una etapa que estaba siendo muy divertida, con un Wade Wilson pisando terrenos (como el de convertirse en parte de la realeza) tan sorpresivos como refrescantes para su trayectoria. ¡Y el pobre Jeff! A este paso el pequeño tiburón terrestre va a coger mala fama: Vengadores Costa Oeste, Gwenpool y Masacre. ¿Qué pasará con él? ¡¿Qué pasará con Jeff?! Mantengamos la compostura.

Esta quinta grapa (que recoge las partes tres y cuatro del arco Rey Masacre) relata la pelea entre el Sr. Rey Masacre (así le llaman los niños a los que ha ido a rescatar) y la reina de los Bestiahuesos. Un combate entre monarcas con el destino de Wade y de La Tierra (si la bestia interdimensional nos invadiera sería nuestro fin) en juego. Como imagináis, el cuaderno trae kilos de acción y -como no podía faltar- de humor. La guionista afianza la incipiente relación entre Masacre y la cazamonstruos Elsa Bloodstone (¿sobrevivirá a la despedida de Thompson?) y ofrece una vuelta de tuerca a la autoconciencia del protagonista y su personal forma de tratar con los lectores y con el cómic. Ello sin olvidar el día a día de Staten Island, reino de nuestro «héroe» que durante esta escapada aventurera cuenta con un regente.

A falta de un numerito para acabar la serie, solo nos queda decir que vamos a echar mucho de menos esta iteración del Mercenario Bocazas.