Sin ninguna duda, The Last of Us se ha convertido en uno de los videojuegos más importantes de la historia, no sólo por lo que hace, sino por como lo hace. Su segunda entrega, The Last of Us: Parte II, consiguió hacer que los jugadores experimentaran sentimientos y situaciones que no habían vivido nunca en un videojuego, poniéndoles en un punto moral nunca visto. Pero antes de lo que supuso la llegada de la segunda entrega, Neil Druckmann y Naughty Dog nos regalaron lo que supuso el DLC del primer juego, Left Behind, un juego donde se exploraba como Ellie y Riley fueron infectadas con el virus del cordiceps y la relación que había entre ambas. Pero para expandir más esa historia, Druckmann, junto a la dibujante Faith Erin Hicks, escriben el guion de Sueños americanos, una parte de la historia que se sitúa antes de The Last of Us y Left Behind, que es el momento en el que Ellie y Riley se conocen en una zona de cuarentena. Sueños americanos es una pequeña historia que consigue dar a entender mucho mejor la relación entre Ellie y Riley, que es lo que sucedía dentro de las zonas de cuarentena militares y como todo esto desencadenó en Left Behid y The Last of Us.

Sueños americanos toma su punto de partida con la llegada de Ellie a una zona de cuarentena donde pronto descubrirá que las cosas fuera o dentro de los muros no dista mucho de ser diferente. Allí, tras un encontronazo con un chaval, Ellie conoce a Riley y, aunque al principio no se llevan demasiado bien, al final crecerá una buena amistad. Así, Riley se lleva a Ellie a dar una vuelta por fuera de la zona de cuarentena y presentarla a un amigo con el que aprenderá a montar en caballo. Pero la cosa cambia cuando son atacadas por varios infectados y rescatados por un grupo revolucionario llamado los Luciérnagas. Así, con esto, Sueños americanos consigue ser un complemento perfecto y bien desarrollado de una parte de la historia que se desconocía para entender más la historia de estas dos amigas que intentan tener una vida más o menos normal dentro de un mundo que se ha ido completamente al traste. Aquí también conocemos las intenciones de Riley de unirse a los Luciérnagas, cosa que en Left Behind ya conseguía cuando se persona para irse a dar, otra vuelta, con Ellie.

Lo importante de Sueños americanos es que deja claro desde el principio la personalidad de Ellie, una personalidad dura, difícil y que no tiene miedo a nada. Bueno, no tiene miedo dentro de las zonas de cuarentena, porque fuera de los muros es inevitable no tener miedo de todo lo que hay. Sueños americanos es una obra que tarda poco en presentar a los personajes, pues ya se conocen del juego, y poco a poco va creando una historia que recuerda mucho a Left Behind en desarrollo ya que la acción se encuentra situada en la parte final de la misma y el desarrollo es muy en la línea de lo que nos presentaron en el DLC, donde era muy importante conocer la historia de ambas. Aquí sucede algo parecido y la relación entre ambas es lo más importante de este comic, el guion es muy fino y se desarrolla de una manera dinámica y bien ejecutada. Además, los dibujos de Faith Erin Hicks hacen que su lectura sea mucho más amena, tirando por un dibujo mucho más cartoon que realista, aunque eso no le quita emoción ni dramatismo a la historia. Además, el color elegido para las viñetas va muy en el tono de lo que nos han mostrado las tres entregas de los videojuegos hasta el momento.

The Last of Us: Sueños americanos es un complemento perfecto para los videojuegos. Expande la historia de Ellie y Riley para dotar de mucha más profundidad la relación que había entre ellas y que termina como todos sabemos con los acontecimientos de Left Behind. Neil Druckmann sabe perfectamente que hacer con su franquicia, que materiales sacar y como tratarlo. Al final, cada cosa que se ha publicado de The Last of Us tiene su sitio dentro de la franquicia y no son cosas independientes que no están interconectadas. Esperemos que siga siendo así y podamos seguir disfrutando de más historias dentro de este universo.