He de confesar que de Punisher no conozco mucho más allá de las dos penosas películas de la pasada década. Por eso la publicación por parte de Panini de cuatro historias cortas sobre el personaje me pareció una estupenda idea para entrar en contacto con el personaje.

La editorial de origen italiano ha decidido distribuir este tomo bajo el nombre de Noche de Paz coincidiendo con las pasadas festividades navideñas y aprovechando el título de uno de los cuatro relatos que lo componen. Se entiende el movimiento de marketing, pero la idea pierde fuerza cuando los dos platos fuertes se nos presentan antes de los entrantes y ninguno de ellos es el que da título al cómic, es más, ni tan siquiera se desarrollan en las antes mencionadas fechas. Por otra parte, la calidad de dichas historias es tal que hemos de perdonarle todo la los chicos de Panini.

«Parece que van a ser unas Navidades Blancas después de todo«

¿Qué nos vamos a encontrar tras la realista portada dibujada por Tim Bradstreet? Pues hagamos un breve repaso: Calentaremos motores con Para Volverse Loco, con guión de Charlie Huston y dibujos de Shaw Martinbrough; le seguirá la pequeña obra de arte que conocemos en España como Ese Pequeño Mundo Asqueroso (Tiny Ugly World), de David Lapham y Matt Hollingsworth; por fin nos disfrazaremos de Papá Noel con Noche de Paz, de Andy Diggle y Kyle Hotz y terminaremos haciendo cuentas de nuestros pecados con La Lista, de Stuart Moore y C.P. Smith.

Para Volverse Loco nos lleva a los áridos desiertos de la América profunda para presentarnos al Frank Castle soldado, revolucionario y amigo fiel. En apenas 30 páginas Huston y Matinbrough desarrollan una historia heredera y agradecida de filmes como Mad Max 2 o, atención lectores de Cine de Barro, La Carrera de la Muerte del Año 2000. Sudor, arena y hectolitros de sangre para traer de vuelta al Castigador en el rol del general de su pequeño ejército de valientes pueblerinos tejanos.

«Se podría decir que he conocido a mi Jesús particular«

Todo en Ese Pequeño Mundo Asqueroso me parece sorprendente y digno de una ovación. Desde la elección del narrador hasta la construcción del relato en capítulos todos los componentes de este macabro relato hacen que merezca, y mucho, la pena hacerse con este tomo. Lapham huye de la típica historia de humo y casquillos vacíos que suele protagonizar Castle y nos lleva de viaje a las profundidades del alma del asesino de una manera que resulta mucho más creíble que la del aplaudido Dexter de la HBO. El dibujo, con un cierto regusto a clásico sirve para dar color a una historia que por momentos resulta tan cotidiana y tan «normal» (a ojos de quién nos la cuenta) que, precisamente por ello, es aún más aterradora.

Noche de Paz y La Lista terminan siendo dos pequeñas bromas navideñas destinadas al consumo por parte de los fans de Punisher. De ellas, la primera resulta ser la más divertida (tanto en su lectura como en la contemplación de sus diseños) mientras que la segunda es un tanto más previsible, si bien los dibujos de C. P. Smith (cercanos a los de Andrea Sorrentino) ayudan a disfrutarla un tanto más. Por último, se hecha de menos en la edición española la inclusión de algún extra más allá de las típicas portadas americanas (que en este caso ni tan siquiera vienen limpias de texto).