Manteniendo al pringado detective Soap casi como único aliado más o menos estable, Ennis inicia esta segunda temporada en Marvel Knight Punisher dejando solo al personaje. Si en el tomo anterior veíamos como el escritor le rodeaba de una peculiar familia de personajes marginales, ahora convierte al justiciero en un lobo solitario que reemprende su cruzada contra el crimen organizado pasando por encima de quien haga falta. No hay hombre tras el despacho o supertipo con mallas que le recrimine sus métodos o pueda interponerse en su camino. Solo en puntuales ocasiones (cito a Spiderman y Lobezno, cuyos nombres figuran en la contraportada del libro, por lo que no supone ninguna sorpresa) permite que le ayuden… bajo sus condiciones.
Este De ratones y hombres arranca con una historia larga que sienta las bases del posterior desarrollo de la serie y trae de vuelta a un villano aparecido en el tomo anterior, generando así la sensación de continuidad entre ambos. Y luego un buen puñado de relatos breves en los que los autores dan rienda suelta a su vena más crítica con alusiones al Conflicto de Irlanda del Norte o a la morbosidad que persiguen algunos medios de comunicación. Todo ello, claro está, pasado por el filtro que aporta su tono macarra y sarcástico. Por ello algunas veces esta segunda lectura a veces puede pasar desapercibida para el lector, quedándose únicamente con el entretenimiento violento y sin complejos que también es.
El presente libro sirve para dar cuenta de las chispas de genialidad y las limitaciones que tiene Garth Ennis. En el apartado negativo nos encontramos con Sin palabras, el relato perteneciente al mes mudo marvelita en el que todas las colecciones se vieron ante el reto de narrar un capítulo sin poder hacer uso del diálogo (lo hemos visto por ejemplo en los New X-Men de Grant Morrison o en el Spiderman de Paul Jenkins). En esta tesitura Ennis y Dillon llevan al Castigador a iniciar la persecución de un mafioso que se está ocultando. El relato funciona bastante bien hasta que les da por iniciar una subtrama que tiene lugar en una pista de baloncesto con dos adolescentes como protagonistas. La idea que plantea no está bien expuesta y a falta de diálogos se echan en falta viñetas que contextualicen y expliquen el desarrollo y posterior desenlace. La viñeta a toda página que cierra dicho capítulo no produce otro efecto que la confusión del respetable.
En el lado opuesto, el positivo, figura un relato ilustrado por Joe Quesada que había permanecido hasta ahora inédito en nuestro país. En él, otra de las futuras víctimas de Punisher está en la consulta del dentista listo para recibir su tratamiento. El odontólogo cae noqueado y el ahora doctor Castle ocupa su lugar. Sin desvelar nada más, el hecho de presentar toda la acción desde un único plano y defender el guion solo con un personaje en posición activa, abriendo y cerrando «el plano» para evitar mostrar imágenes que podrían herir algunas sensibilidades, no tiene otro apelativo que el de brillante. Con todas las limitaciones autoimpuestas, el Marvel Knights Double-Shot #1 USA, es un relato muy valiente, que explora como pocos las posibilidades del medio y tiene un carácter sugestivo enorme.
El tomo incluye Marvel Knights Punisher vol. 2, #1-7, #13-23 y Marvel Knights Double-Shot #1 USA.
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