Panini Cómics ha decidido reeditar una de las gamberradas más divertidas que ha llevado a cabo Garth ennis en los últimos años: Crossed, que en EEUU sacara el sello Avatar (y que ha día de hoy sigue publicándose y por cuyas páginas se han pasado autores de la talla de Alan Moore).
La premisa no puede ser más sencilla. En un instante el mundo se viene abajo. Un misterioso virus convierte a sus víctimas en sádicos asesinos que lo destruyen todo a su paso. Olvidaos de los clásicos zombies o de pandemias que diezman a la población mundial. La enfermedad que propone Garth Ennis en Crossed saca lo peor de todos nosotros y convierte el mundo en una auténtica pesadilla sin salvación.
El primer número podría ser una suerte de día cero. Ennis nos pone en la piel de su protagonista y vemos como se derrumba a todo a través de sus ojos. Como en cuestión de minutos un tipo anodino tiene que coger un rifle y disparar o morir. La locura de este primer episodio da paso a una historia de cómo los supervivientes tratan de encontrar refugio en este nuevo mundo postapocalíptico. ¿Cómo se inició todo? ¿Hay alguna cura? Da igual. Estas preguntas no se responden, o no como nos gustaría. Lo importante de este relato es la supervivencia, la adaptación a la realidad que les ha tocado vivir a los desafortunados que no han sido infectados.
Ennis establece una historia cargada de violencia y humor negro. Todo está permitido, desde las bromas soeces a las imágenes más explícitas. Estamos ante un placer culpable para muchos, delicia para los defensores de la Serie B y la casquería por la casquería. Este es el espíritu de una serie sin mayores pretensiones.
El mundo de hoy está loco. Crossed al final no es más que un relfejo deformado de nuestro día a día.
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