Los héroes definitivos se enfrentan a la mayor amenaza de sus vidas: ¡Galactus!

A principios de mes hablábamos de la reedición que había publicado Panini de Ultimátum, el primer gran evento Ultimate concebido para provocar un fuerte terremoto a partir del que comenzar de cero. Con sus más y sus menos, su objetivo de convertirse en el equivalente comiquero de un blockbuster fílmico se consiguió. Ahora nos llega –vía colección Ultimate Marvel– la primera parte (de dos) de una nueva aventura de épicas dimensiones que promete causar un impacto muchísimo más salvaje que sus predecesoras (la citada Ultimátum y la muy comentada La Muerte de Spider-Man). Y no es para menos, pues sus raíces enlazan directamente con el Universo tradicional marvelita.

Las consecuencias de La Era de Ultrón (en donde Lobezno y Sue Storm viajaron al pasado matando a Hank Pym para evitar el «nacimiento» de Ultrón) se han dejado notar en multitud de colecciones como La Nueva Patrulla-X (los jóvenes Scott, Grey y compañía no pueden volver a su época) o Guardianes de la Galaxia (la aparición de Ángela en nuestro mundo). La ruptura de la corriente temporal ha supuesto el fin de la creación de nuevas realidades alternativas. Hasta la aparición del citado evento los cambios que pudieran sucederse en la línea temporal no tenían impacto en el presente, sino que generaban nuevas realidades. Así, por muchas trastadas que pudieran hacer los personajes en sus viajes al pasado, las consecuencias en la época actual eran inexistentes. Ahora esa situación ideal no solo ha dejado de tener validez sino que, y aquí es donde arranca Cataclismo, Galactus ha saltado de realidad amenazando toda la existencia del Universo Ultimate.

Los Ultimates y compañía, pues, se han de enfrentar a la mayor amenaza que jamás hubieran imaginado ni en sus peores pesadillas. Pero en un momento de máxima tensión como este es donde los verdaderos héroes muestran su coraje y capacidad de sacrificio. Así, Cataclismo nos da la oportunidad de ser testigos de decisiones y actos que cambiarán la vida de los personajes para siempre y, quién sabe, si a la formación de nuevos supergrupos. Brian Michael Bendis configura un relato épico y cargado de dramatismo, en el que no faltan ni giros ni aliados improbables que hacen fluir la historia con un trepidante ritmo. Ofrece un todo un espectáculo acompañado de dos artistas, Dave Marquez y Mark Bagley, que captan perfectamente las intenciones del guionista. Aunque, a diferencia de Ultimátum (historia a la que se referencia en algunos momentos, al igual que a otras aventuras como Spidermen [no se requieren demasiadas nociones de ambas, Bendis nos lo ofrece todo muy mascadito]), no son los Ultimates los que dan voz a la historia, sino el joven Miles Morales. Si un personaje va a sufrir una drástica transformación una vez finalice el evento, este será Spider-Man. La joven creación del escritor de Cleveland no es consciente de ello, pero las piezas están encajando a su alrededor para, si no se acaba el mundo antes, convertirle en el centro del Universo Ultimate.

La construcción de este nuevo escenario en plena crisis da demasiadas pistas acerca del día después, minimizando el efecto de la tragedia que se cierne sobre los personajes. Por un lado se pierde en suspense, pero, si el evento concluye de forma satisfactoria, ya va sembrando el terreno para atrapar a potenciales lectores que se acerquen a los Ultimates en estas páginas. Más que le pese, el discurso de Bendis es muy reconocible y a poco que se haga una lectura más o menos exhaustiva no es complicado pillarle las intenciones.

Cataclismo tiene como objetivo poner patas arriba el mundo y las vidas de nuestros héroes. Conociendo los antecedentes, además, es muy probable que alguno perezca por el camino. Ya en el prólogo nos topamos con una pérdida, pero con toda seguridad no será la última ni la más dramática. Una de las virtudes de la línea Ultimate es su flexibilidad, lo que le permite adaptarse casi a cualquier situación y explorar en profundidad sus consecuencias. De ahí que meter a un enemigo como Galactus resulta terriblemente atractivo para sus responsables e inquietante para los lectores, porque ¿hasta dónde estarán dispuestos a llegar?