En la redacción conocimos a Ed Piskor hace unos años gracias a un particular encargo que le hicieron en Marvel: reimaginar y condensar la historia de la Patrulla-X según su propia visión. Y ahora nos reencontramos con el autor a través de Planeta Cómic y su Red Room: La red antisocial, una fábula de terror sin filtros no apta para lectores aprensivos.

«¡Sacad vuestro culo blanco de nuestra propiedad!«

¿Cómo serían los antiguos relatos de EC Comics según los maestros del terror y la serie B de los años 80 y pasados por el filtro de Black Mirror? Red Room: La red antisocial es el resultado de todas estas influencias. Un orgulloso homenaje que hace Ed Piskor a aquellas historias y narradores que han marcado su trayectoria y estilo.

Y en estas influencias radica también la explicación del formato elegido por el autor para abordar la obra, concebida no como una historia única, sino como una antología de breves relatos con algunas conexiones entre sí. Ideal para evocar a esas historias de terror clásicas del cómic y también para darle la importancia adecuada a cada uno de los relatos aquí presentes; favoreciendo a su vez una lectura más pausada y que disfrute de todos ellos tanto en su conjunto como por separado.

Piskor toma el mito alrededor de las películas snuff y la dark web (adaptándolas al contexto del streaming y las criptomonedas) para crear una obra libérrima, de marcado acento underground que en la gratuidad de sus excesos visuales esconde una fiera reflexión sobre la deshumanicación de la sociedad actual llevando el «pan y circo» hasta unos extremos no recomendables para los lectores más sensibles. Una fantasía catártica y excesiva -a veces incluso desagradable- a partes iguales.

La edición de Planeta Cómic se complementa además con casi 60 páginas de material extra en las que podemos profundizar en parte del proceso creativo del autor que incluyen una selección de bocetos, un primer borrador (en inglés, eso sí, pero que permite hacer una interesante comparación con el trabajo final) y unos extensas anotaciones en plan «comentarios del director» que desgranan viñetas y páginas con referencias, curiosidades… Un estupendo making of para una obra que no deja indiferente.