El cine moderno ha llegado al festival, ya hemos podido ver una de esas películas que rompen los esquemas narrativos del cine tradicional explorando nuevos y aburridos horizontes. La Sección Oficial avanza y una película chilena (que un servidor no ha podido ver en condiciones como para poder comentarla) da la sorpresa y pone a una nueva actriz sobre la mesa, por otro lado disfrutamos de una de las películas que tienen pase especial sin ir a concurso. 

Vazante de Daniela Thomas.

Con una impecable fotografía, que recuerda de forma descarada a El abrazo de la serpiente, esta película cuenta la historia de un terrateniente que en el Brasil del siglo XIX al volver a su granja y descubrir la reciente muerte de su esposa se casará con su sobrina. Salvando la, ya mencionada fotografía, todo es vacío en este supuesto logro artístico: Vazante es la película más tediosa que se ha podido ver en el festival, una marcianada de una autora que se preocupa exclusivamente por el aspecto estético de su obra sin importarle lo que está contando. Una dirección lamentable, unos actores que se mueven como sonámbulos y una obsesión con dejar la cámara quieta minutos y minutos delante de una puerta (o de lo que sea) que agota la paciencia de cualquiera. Los 116 minutos se podrían haber reducido a 80 y quizá hubiese colado, aunque si la directora se hubiese quedado en casa tampoco hubiera pasado nada.

Spoor de Agnieszka Holland

Esta película polaca se centra en una serie de asesinatos a cazadores furtivos que aterrorizan a un pueblo, una maestra de la escuela que es amante de los animales teoriza sobre la posibilidad de que todo esto sea una venganza de la naturaleza contra el hombre. A medio camino entre la comedia negra y el thriller, y con un fuerte mensaje ecologista, la directora Agnieska Holland empuja a su actriz protagonista  Agnieszka Mandat-Grabkan a realizar un indiscutible tour de force en la película más loca y desfasada (en el mejor de los sentidos) de las que se han visto en competición y es que, pese a sus fallos, la película es un exceso en todos los sentidos y, pese a eso, resulta tan extraña y extravagante que es imposible sentir un rechazo absoluto hacia la misma. Es cierto que a la directora se le va la mano con el tema ecologista y que el giro argumental del tramo final es un poco bastante excesivo pero su rareza la encumbra y convierte la obra en una película, como mínimo, interesante.

Le jeune Karl Marx de Raoul Peck

Como proyección especial, se presentaba mundialmente Le jeune Karl Marx que explora la relación de Karl Marx y Friedrich Engel en los años previos a la fundación del Partido Comunista. A modo de biopic de un corte muy clásico Raoul Peck hace un complejo retrato de las ideas y personalidades de estos pensadores y con unas soberbias interpretaciones y una impoluta dirección sostiene una interesante e incluso docente película. Sus tecnicismos pueden hacer que cueste entrar en ella, pero merece la pena; si que es cierto que hay un fallo de enfoque de la obra, puesto que se juzgan las acciones y parlamentos de estos hombres desde una perspectiva actual, lo que quita credibilidad y objetividad a la cinta, pese a esto y a su, citada, complejidad es un digno y estupendo producto que probablemente jamás se podrá ver en España.