Nos encontramos en una época de películas de superhéroes: Thor, Capitán América, Linterna Verde, Justin Bieber… Y, entre tanta tonelada de capa ondeante y músculo aceroso, se me ocurre rescatar una gran (y no tan conocida como se merece) parodia a los superhéroes.
La película que nos ocupa hoy data de 1999 y viene de la mano de Kinka Usher, más conocido por sus trabajos de manualidades en el parvulario (ya que en cuanto a labores de dirección no se le conoce nada más que este filme) y con el guión de Neil Cuthbert (El Retorno de las Brujas, Pluto Nash)
En el fondo es una película de culto, lo que pasa es que aún no lo creéis.
Ubiquémonos. Tenemos una ciudad cualquiera, con un nombre cualquiera: Champion City (van de humildes, yo a la mía la llamaré Overwhelming Power City) y un héroe único y extremadamente eficiente.
Quizás demasiado, porque debido a lo bien que ha hecho su trabajo, el Capitán Asombroso (Greg Kinnear, que venía de películas de la talla de Mejor… Imposible o Tienes un e-mail) está a punto de quedarse sin trabajo… Y eso no es bueno. De momento Pepsi ya le ha retirado el patrocinio.
Por otra parte tenemos a los héroes aficionados, los protagonistas de la película, aquellos que en Batman: The Dark Knight se llevaban de palos por imitarle son aquí un grupo de tres amigos que llevan la friolera de 12 años tratando de actuar como los superhéroes que ellos creen que son. Estoy hablando de Mr. Furia (Ben Stiller) y su poder de cabrearse mucho; El Rajá Azul (¡Hank Azaria! La voz de Apu, Wiggum o Moe en Los Simpson!) cuya habilidad lanzando tenedores y cucharas no tiene igual, y El Zapador (William H. Macy, lo habéis visto en Fargo o Pleasantville), experto en el uso de la pala, padre de familia y el único que merecería llamarse héroe en esta película (es una opinión)
Hasta ahí todo bien. El problema viene cuando Lance (el alter ego millonario del Capitán Asombroso) decide intervenir para que saquen del manicomio al mayor villano habido y por haber: Casanova Frankenstein (nada más y nada menos que Geoffrey Rush, Barbossa en Piratas del Caribe o Lionel Logue en El Discurso del Rey) para así conseguir un rival que dé la talla en las peleas de Capitán Asombroso.
Como genio maligno (y como único personaje sin un claro déficit mental) rápidamente, Casanova Frankenstein idea un plan para someter a la ciudad (¿para qué conquistar el mundo si se puede someter una ciudad?) y secuestra al Capitán Asombroso para ejecutarle justo antes de llevar a cabo el último movimiento (eso debe de ponerlo en el manual del buen supervillano) de su astuto plan de dominación.
Ahí es donde nuestros héroes de pacotilla se ven en una tan clara inferioridad que no tienen más remedio que aumentar su plantilla. Y, señoras y señores, esto es tan genial que merece la pena verlo. El casting para encontrar compañeros contiene guiños a todos los héroes absurdos de la historia. Eso sin contar con bromas que casi ni vemos, como la de la tarjeta de visita que les da un hombre que dice ser inventor de armas:
¿Y cómo queda compuesto el grupo de héroes tras el casting? Allá voy, veamos en fotos a los integrantes:
- Mr. Furioso, El Zapador y El Rajá Azul: Socios fundadores.
- El Chico Invisible: Interpretado por Kel Mitchell (si le veis ahora en Battle of Los Angeles no lo reconoceríais) Tiene el asombroso poder de hacerse invisible… cuando nadie (ni él mismo) lo está mirando.
- El Flato: Más de uno ha usado y abusado de su poder alguna vez. Más de uno ha lanzado alguna vez un SPO en un ascensor. ¿Un SPO? Sí, Silencioso Pero Oloroso. El Flato se tira pedos, ya está, lo he dicho. Ése es su poder. Le da vida el grandísimo Paul Reubens (Pee-wee Herman, todo un icono americano)
- La Lanzadora: Vale, esto ya son palabras mayores. La Lanzadora (Janeane Garofalo) tiene la cabeza de su difunto padre dentro de una bola de bolos. Habla con ella y, lo más grave, parece ser que no está tan loca; la bola tiene cierto grado de autonomía.
- La Esfinge: Cierra el grupo el único individuo que parece tener poderes… y que al final sólo muestra el poder que más famoso le ha hecho: el de ser tremendamente misterioso. Wes Studi (Heat, El Último Mohicano) da vida a este individuo que se dedica a instruir a nuestro grupo de engend… superhéroes.
Con todo, Mystery Men es una comedia divertidísima. Cutre, pero divertidísima. Más que por su puesta en escena (Usher , primer y último trabajo) por sus diálogos (en su mayor parte improvisados por los propios actores) y por su estupendo guión.
Es uno de esos Cines de Barro que da gusto ver con los colegas, unas cocacolas y algo de comer.
Se despide vuestro amistoso vecino SpiderProus .
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