A sus 39 años parece que Cameron Díaz ha encontrado -¡por fin!- un papel hecho a su medida. La actriz californiana siempre se ha desenvuelto mejor en las comedias y en los últimos años su carrera se ha encaminado hacia este género, que fue precisamente el mismo que la lanzó al estrellato.

En Bad Teacher, Cameron interpreta a una profesora de instituto más preocupada en conseguir fondos para aumentarse los pechos y engatusar así un marido rico, que en enseñar a sus alumnos. Desde un principio resulta evidente que lo de ser maestra no es una vocación para ella, todo lo contrario que al resto del profesorado, que parecen vivir en un mundo alternativo de felicidad y nubes de gominolas.

Así, el contraste entre la macarra y manipuladora Elizabeth Hasley (Cameron Díaz) y el ingenuo plantel de profesores da lugar a situaciones muy divertidas, en especial con Amy, la profesora ardilla (Lucy Punch), que se presenta como una peculiar e inofensiva maestra pero pronto se destapa como una despiadada rival y la trama puramente colegial pasa a un segundo término a favor de la disputa entre las dos mujeres.

A pesar de ello, Bad Teacher sabe regalar grandes homenajes a clásicos del subgénero que componen los films sobre profesores en institutos marginales como Mentes peligrosas. El film juega constantemente con las reglas establecidas y en el momento en que Cameron se pone las pilas e impone sus métodos de aprendizaje en clase es cuando la película nos ofrece sus episodios más desternillantes (en el gimnasio Jason Segel es testigo de primera mano de ellos).

Aquí el protagonismo absoluto es de Cameron Díaz, lo que comporta la mayor debilidad de la cinta, sobre todo si entre los compañeros de reparto figuran expertos en la comedia como Eric Stonestreet (Modern Family), Jason Segel o Justin Timberlake y quedan relegados a segundo plano (caso de los dos últimos) o uno casi anecdótico (caso de Stonestreet). Y es que desaprovechar el talento de Timberlake en un papel en el que se transforma en la antítesis de sí mismo o a un Segel pasado de vueltas por dar más planos a la «estrella» no es una decisión inteligente.

Pero eso es lo que nos da Bad Teacher, Cameron Díaz, Cameron Díaz y Cameron Díaz, que por mucho estado de gracia en el que se encuentre, es excesivo. Sin embargo, si nos tomamos esto como un mal menor y asumible, como comedia no tiene desperdicio.

La fauna que componen unos profesores a cada cual más excéntrico y unos alumnos que tampoco se libran, perfectamente podrían formar parte de cualquier historia de los hermanos Farrelly, pero el buen hacer de Gene Stupnitsky y Lee Eisenberg (guionistas de la versión americana de The Office) evitan que la historia se vaya del todo por esos derroteros. Si bien se libran de caer en el humor más soez, no pueden eludir caer en una ligereza de intenciones que les empuja a transmitir esa idea tan americana de si crees en ti mismo acabas descubriendo que es lo verdaderamente importante.