En 2014 el realizador coreano Hong Sangsoo ganaba el festival de Locarno con Ahora sí, antes no una película protagonizada por el actor Jeong Jae-yeong y la actriz Kim Min-Hee; más allá del éxito de crítica que supuso la cinta, en Corea salió a la luz la relación extraconyugal del director con su actriz principal y aquello se convirtió enseguida en un escándalo inmediato y ellos estaban en el punto de mira de la prensa rosa. Sangsoo dejó a su mujer y en la actualidad sigue con Kim Min-Hee a quién ha convertido en su musa.

Después de esta, llegaría Lo tuyo y tú, una extraña comedia que le llevaría a ganar la Concha de Plata a la mejor dirección en San Sebastián, esta será una obra de tránsito teniendo en cuenta sus dos títulos posteriores indirectamente conectados entre sí y directamente asociados a esta infidelidad.

On the Beach at Night Alone trataría el tema desde los ojos femeninos a través de la historia de una actriz que tras un escándalo público en Corea por haber formado parte de una relación infiel se refugia en Europa y como al regresar  casa ha de lidiar con ello. Probablemente, esta sea la película más intensa, reflexiva y compleja del director (quién no conozca la historia no comprenderá absolutamente nada de lo que se nos cuenta), una película 100% femenina y en la que en cada plano Hong Sangsoo demostraba su amor por Kim Min-Hee.

Kim Min-Hee en ‘On the Beach at Night Alone’

En mayo, además de Claire’s Camera, presentaba en el Festival de Cannes The Day After (que se ha podido ver en el Festival de Toronto) y vuelve a tratar el tema de la confusión de identidad (como en Lo tuyo y tú) y las infidelidades, sólo que desde un punto de vista masculino. En esta ocasión nos habla de un editor que después de que su mujer descubra su infidelidad huirá de casa recordando lo acontecido y, a la vez, observamos como su esposa confundió a una trabajadora del mismo con la otra mujer. La cinta es la cara B de On the Beach at Night Alone ya que se tratan exactamente el mismo tema, lo único que con esta película Hong Sangsoo entona el ‘mea culpa’ para así poner punto final a todo.

The Day After arranca con un plano de un hombre y una mujer enfrentados en una mesa, algo habitual en el cine del director pero en esta ocasión hay algo atípico: sólo como él, su mujer sale de ese punto de partida de la reunión social porque no se siente bien con él y le reclama explicaciones sobre quién es la otra. Indiginado y asustado él se va de casa.

Primer plano de ‘The Day After’ (Hong Sangsoo, 2017)

Esto da paso a la estructura habitual del cine de Hong Sangsoo: largas conversaciones en plano fijo con sucios paneos y descarados zooms para reencuadrar y enfatizar diálogos, sin embargo, al igual que en la primera escena faltaba el plato de ella, en la película falta alcohol (elemento social por excelencia en su filmografía). Sangsoo quiere que todo sea lúcido y para ello sus personajes necesitan sobriedad, la aparición del soju es ocasional y no entorpece o deshinibe a un personaje más allá de ser una bebida cualquiera. Todos los diálogos se dan en un entorno laboral para darle más firmeza y carga dramática a los temas tratados. Intercalando a dos mujeres, la amante y la trabajadora, el director construye dos historias idénticas pero en un involucra lo sexual y en la otra no. Su amante vive el momento de redención máxima del autor cuando una larga conversación acaba en llanto al darse cuenta de que ella es «la otra», un zoom nos muestra su expresión y su desconsolado llanto. Ante nosotros uno de los planos más hermosos de su filmografía. Acaba el segundo acto.

Yunhee Cho en ‘The Day After’

Tras esta humillación personal a la que se somete, vuelve el Sangsoo juguetón y cómico cuando la mujer del protagonista confunde a la amante con su trabajadora y la agrede. Es muy bonito pensar como aquí exculpa a Min-Hee de absolutamente todo lo sucedido entre ambos, cuando parece que su belleza es la culpable de todo lo acontecido. El momento en que amante y trabajadora se conocen es crucial para empezar a teorizar, a partir de aquí toda la película irá en la misma dirección para desembocar en un misterioso final en el que un personaje interviene en off y nunca llegamos a ver. El misterio crece, es el final más abstracto que ha filmado nunca y puede que ni el mismo lo entienda ¿acaso no existen dos mujeres? ¿una es la parte terrenal y otra la espiritual pero ambas son la misma? Por poder, puede, pero ni el mismo Hong lo sabrá.

The Day After es la película más diferente en la obra de uno de los directores más humanos, puros y únicos del mundo. Una película que no sabemos todavía si será una excepción formal y artística o el principio de una nueva etapa como cineasta siendo el cierre de una de las etapas más escabrosas de su vida.