En la actualidad, hay que destacar entre la cantidad de juegos de simulación de vida es complicado. Desde que Los Sims dieran con la clave de como cosechar un gran éxito, han sido muchos los que han intentado alcanzar esa grandeza, pero muy pocos lo han conseguido. Pero sin duda alguna, los dos grandes exponentes del genero en la actualidad no son otros que Stardew Valley y Animal Crossing.

El primero porque, desarrollado por una única persona, ha conseguido trascender en el tiempo y ya es un referente dentro del propio género. Y el segundo porque, tras muchas entregas, con el lanzamiento de New Horizon alcanzó un éxito sin igual entre la pandemia y que el cooperativo que integraba animaba mucho a jugar con amigos. Por eso creo que Fae Farm puede conseguir un gran éxito. No solo porque es divertido, sino porque coge lo mejor de los dos juegos y nos da horas infinitas de diversión.

Seguramente Fae Farm no sea un juego que destaque especialmente en nada o que no ofrezca algo completamente diferente a lo visto en anteriores juegos de este calibre. Si estás acostumbrado a este tipo de juegos o son tus juegos favoritos, Fae Farm está hecho para ti. Si no, pues encontrarás un juego que conseguirá descubrirte las virtudes de este tipo de juegos. Fae Farm es el típico juego de simulación de vida, pero lo hace todo bien y es tan divertido que se le perdona por completo que no innove en casi nada y ofrezca muchas cosas que otros juegos ya ofrecieron hace tiempo.

La historia de Fae Farm es un poco como la de Stardew Valley, llegas a un nuevo mundo, y tienes a tu disposición una parcela entera para hacer en ella lo que te venga en gana. Plantar frutas, plantas, eliminar las malas hierbas, talar árboles… todo lo típico que se puede hacer en este tipo de juegos. La principal novedad es que no te hace falta desbloquear nada porque todo lo tienes desde el principio, y, es más, no tienes que preocuparte en cambiar de herramienta para usarla en el objeto preciso, pues el juego lo hará por ti. Pero esto tiene su lado negativo también y es que te sentirás abrumado de todo lo que ofrece el juego desde el principio. El juego te lanza muchos tutoriales y misiones para que vayas adaptándote a lo que se te viene encima y que no sufras un colapso.

Pero con esto también rápidamente llega el cansancio o que se vuelve repetitivo. Seguramente comiences como comenzó todo en Animal Crossing. Lo coges con ilusión, con ganas de entrar cada día y hacer que tu isla sea la mejor, pero a medida que avanzabas, al final, la repetición hacía acto de presencia y notabas como todos los días hacías la misma rutina. Riega las plantas, recoge las frutas o alimenta a los animales. Todas esas tareas llegan un momento que al final se hace tan de rutina que terminas un poco cansado. Igual con el mazmorreo que tiene, pues también tenemos que salir de nuestra idílica zona para luchar y descubrir secretos.

Pero lo cierto es que al final caes en él. Caes porque las cosas que hace las hace bien, muy bien. Es divertido y tiene material para darnos horas de juego. Al final cae en todos los males de este tipo de juegos, que, pasado un poco el tiempo, cae en la rutina, en lo mismo una y otra vez y eso puede jugar en su contra. Pero si superas esa barrera, es un juego que tener muy en cuenta.