Football Manager 26

Football Manager 26: Más, pero no siempre mejor

`Football Manager vuelve tras un año en barbecho con una entrega que reinterpreta la saga con la intención de atraer nuevos públicos. Los más veteranos del lugar recordaréis PC Fútbol. Pues El paso de FM 24 a FM 26 puede asemejarse al de PC Fútbol 7 a PC Fútbol 2000 con dos puntales principales en su remodelación: el gráfico y la interfaz.

 

Y aquí, ya metidos de lleno en FM 26, Sports Interactive nos da una de cal y otra de arena. La desarrolladora cambió de motor gráfico para darle un impulso a la experiencia de los partidos. Gráficamente no eran una maravilla, pero eran eficientes para su cometido. Ahora siguen sin ser ninguna maravilla, pero es cierto que lucen mejor. Mucho. Ahora bien, ¿de verdad era necesario el esfuerzo en este apartado? Como siempre, cada cual tendrá su opinión, en lo que a mí compete, se trata de algo secundario, no hacía falta.

 

Football Manager 26

 

En este aspecto las interacciones durante el partido se han emborronado bastante. Y este es un mal que nos lleva directamente al mayor problema de esta nueva entrega: su interfaz.

 

Si ya FM era un hueso duro de roer para los jugadores neófitos, ahora las cosas se complican para todos por igual. Las rutas de acceso a los diferentes apartados y estadísticas se han vuelto súper enrevesadas y confusas. Un galimatías de menús e información que más que un simulador de fútbol parece una versión pesadillesca del excel. Esto repercute en la fluidez de la partida, sobre todo durante las siempre cruciales primeras horas. En nuestro caso, pasadas cuatro horas tan solo habíamos tenido la oportunidad de disputar un único partidos amistoso.

 

La densidad y profundidad de la base de datos con la que trabaja FM requiere de una interfaz más directa y sencilla, y no ventanas que abren ventanas que abren otras ventanas. Esto es también molesto en el sentido de que, por ejemplo, en negociaciones, ruedas de prensa o charlas con jugadores, se dan un montón de opciones, pero en muchas ocasiones la respuesta que nos dan es inamovible… elijamos lo que elijamos. Por el camino, además, se han perdido ciertas funciones (como las instrucciones de ánimo durante los partidos) y características visuales que facilitaban la visualización de la información en el mar de datos que es el juego. Como todo, al final uno se va a adaptando e interiorizando el funcionamiento de la nueva interfaz, pero objetivamente supone un paso atrás.

 

Pero si ya nos metemos a fondo descubrimos dos aspectos que van a marcar el destino de la saga de ahora en adelante. El primero es la inclusión del fútbol femenino, integrado perfectamente en la dinámica del juego, pudiendo saltar de un equipo masculino a otro femenino (o viceversa) como parte de nuestro periplo en busca de la gloria como mánagers.

 

 

Habrá quien piense que esto solo supone un aumento en la base de datos del juego, pero para quienes gustamos de las propuestas de gestión deportiva ahí radica el atractivo, porque más ligas, equipos y jugadoras ofrece más horas de sumergirse en dichos datos para descubrir y experimentar una aventura nueva. Porque según pasan las entregas uno ya sabe cuáles son los jugadores por los que tiene que apostar al empezar una partida. Salvo retiros o lesiones que truncan carreras, de un año a otro el grueso de jugadores era el mismo. Mucha gente va a descubrir ahora a estrellas como Trinity Rodman o promesas como Lotte Keukelaar. No solo eso, más ligas, clubes y jugadoras supone más relatos. Y al final de eso tratan los simuladores de gestión deportiva, de crear nuestros propios relatos. Uno se lanza a FM con la ambición de coger a un equipo de Tercera y convertirlo en una potencia mundial, o de tomar las riendas de su club favorito y trascender como leyenda del mismo. Y esto es lo que ofrece el fútbol femenino: más historias por crear.

 

El segundo de los aspectos tiene implicaciones directas en la forma de afrontar las partidas y requiere también de cierta adaptación, pues supone un cambio sustancial en la jugabilidad. Ahora disponemos de dos esquemas tácticos que funcionan de forma simultánea: uno con la posesión de la pelota y otro sin la posesión. Es decir, se expande y profundiza en la incidencia táctica durante los partidos, porque ya no se trata solo de definir roles o establecer una dinámica más contragolperadora o basada en el toque, sino que podermo enfatizar el tipo de presión que hará nuestra delantera en el último tercio o cómo será el repliegue del mediocentro en la fase defensiva.

 

Football Manager inicia una nueva etapa con esta nueva entrega. Esta lejos de ser la mejor entrega de la franquicia (FM 24 alcanzó un alto grado de perfeccionamiento de la fórmula) con una interfaz (presumiblemente pensada para facilitar la vida a quienes jueguen en consola) absurdamente incómoda y no exenta de bugs (que van de líneas de texto no traducidas al castellano a links que no funcionan o notificaciones que entran en bucle) que, esperamos, sean resueltos en sucesivos parches. Pero sí que es una entrega que pretende marcar un antes y un después. La inclusión del futfem y el giro de tuerca a la planificación táctica amplían las posibilidades como nunca en la franquicia.

 

Analizada la versión de PC (Steam).

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