Forspoken, el último proyecto de la ya desaparecida Luminous Productions (división ahora integrada en el equipo principal de desarrollo de Square Enix) y protagonizado por la británica Ella Balinska, ha presentado el DLC In Tanta We Trust que arroja luz sobre algunos de los misterios aún ocultos del juego principal y deja la puerta abierta a una hipotética secuela del mismo.

Este In Tanta We Trust acontece después de la historia original, aunque su acción transcurre 25 años antes de la realidad de Athia que conoce Frey, nuestra protagonista. Es decir, aunque se puede abordar el DLC en cualquier momento (se accede a él desde el menú principal), es conveniente adentrarse en él una vez hayamos superado el juego base para evitar que esta «precuela» nos haga destripes importantes del mismo.

La sinopsis facilitada por Plaion (distribuidora de Forspoken en España) dice así: «Mientras busca la forma de librar a Athia del Desgarro de una vez por todas, Frey acaba siguiendo una misteriosa voz que la guía hasta un lugar donde, sin saber cómo, es transportada a la Purga de los Rheddig, la legendaria batalla que arrasó estas tierras y en última instancia hizo que las thantas perdieran la razón. En compañía de la thanta Cinta y con una nueva serie de habilidades mágicas, Frey deberá obtener respuestas y salvar a Athia una vez más, y también a sí misma«. Recalco, pues, la recomendación de jugar a In Tanta We Trust después de la aventura principal.

Otro aspecto que queda aclarado desde el principio es que la nueva aventura -que yendo a lo concreto, sin explorar en demasía, nos puede durar cerca de tres horas- es muy continuista respecto al juego que la precede. Es decir, no esperéis cambios significativos… o sí.

Y es que una de las novedades que propone In Tanta We Trust es la de jugar «en compañía». No os adelantéis, no hablo de un modo cooperativo ni nada por el estilo. Seguimos ante una aventura single player. Es Frey la que cuenta con compañía. Nuestra protagonista irá -casi- en todo momento de la mano de la thanta Cinta; y aunque no la manejemos directamente, podemos hacer ataques combinados o encadenados con ella, además de darnos soporte curándonos cuando lo necesitemos o realizando hechizos de apoyo. Esto se traduce en una mayor versatilidad de movimientos y opciones jugables durante los combates respecto al juego original. Y siendo ya un juego muy dinámico en su combate, es mucho decir.

Por otra parte, al condensar la acción, la sensación de progresión con el personaje es mucho mayor. Esta es constante y va a la par del aumento del reto según avanzamos en su historia. La concreción en tiempo y espacio (el tamaño del escenario es menos ambicioso) también va a favor de obra, haciendo la experiencia mucho más disfrutable. Forspoken: In Tanta We Trust, por así decirlo, se libra de la paja y va a lo concreto, explotando sus puntos fuertes… y aunque el desenlace pueda dejar cabos sueltos (en previsión de la secuela que no sabemos si llegará algún día), atendiendo a los diarios de este DLC y del juego base muchos de ellos quedarían encaminados, haciendo que el juego esté más cerrado de lo que pueda parecernos al llegar a los créditos finales.

Forspoken: In Tanta We Trust es una experiencia a tener muy en cuenta. La adición de una compañera mejora exponencialmente la jugabilidad y el sistema de combate; la sensación de progresión es constante, animándonos a mejorar nuestras habilidades y hechizos; y la acotación de su mundo libera a Frey y su viaje de tareas que no aportan al conjunto. Todo esto hace que superado el DLC nos apetezca -mucho- revisitar Athia una vez más. Y ya si sumamos a Sam Witwer (el icónico Starkiller de Star Wars: El poder de la fuerza) al estupendo casting encabezado por Ella Balinska, nuestro deseo no puede ser otro que poder explorar y descubrir más acerca de Rheddig y Athia.