Tesura Games engalana el décimo aniversario de Lisa: The Painful y Lisa: The Joyful con el lanzamiento de una edición física que recopila las dos aventuras rpg en desplazamiento lateral que, prácticamente desde su lanzamiento original, se han convertido en joyas de culto dentro de la escena independiente.

 

A través de un estilo visual de apariencia simple, pero muy llamativa, Dingaling Games propone una aventura terrible sobre la frustración y el resentimiento; sobre la culpa, el dolor y la necesidad de un abrazo que nos reconforte cuando ya no nos queda nada. El futuro de Lisa se perdió tras un enigmático evento llamado el flash que provocó la desaparición de todas las mujeres del mundo. Años después, la aparición de una niña abre la puerta a un futuro… ¿pero queda un mundo que reclame dicho futuro?

 

 

Imaginad el cómic Y, el último hombre, pero a la inversa. Mucho más retorcido, delirante y asalvajado. Ese es el mundo de Lista; un mundo donde el egoísmo y la desesperación lo impregnan todo. Los supervivientes huyen sin rumbo ni descanso, ya sea a través de las drogas (la alegría) o de obsesiones personales, ambas nublan el juicio y tienen unas fatídicas e inevitables consecuencias. Pero ya nada importa.

 

Como veis, el panorama en Lisa: Definite Edition es desolador. Una realidad que se traslada a la experiencia jugable: difícil e injusta. Hay repartidas diferentes hogueras a lo largo del escenario en las que podemos descansar y recuperar salud; pero en un mundo inhóspito como este, incluso descansar supone un riesgo: nos pueden robar, envenenar, secuestrar a un miembro del equipo… Muchas veces conviene pensar si el probable castigo merece la pena y más de una vez aguantaremos con la salud renqueante con tal de no perder más de lo que podríamos ganar. Los combates (por turnos) también son exigentes, con enemigos que pueden doblegarnos fácilmente si no tenemos los recursos/equipo oportuno o el nivel suficiente y otros con ataques que liquidarán a nuestros aliados de forma permanente, que dependiendo de quien perezca (el «alegre» Olan, por ejemplo) puede ser todo un drama.

 

Terry, el primer integrante de nuestra improvisada banda y guía en los tutoriales, nos pone sobre aviso al poco de arrancar la aventura. Incluso, gracioso él, nos ofrece la posibilidad de adentrarnos en la historia desde el reto del Modo Dolor (modo difícil). Podemos rechazarlo, pero no retractarnos. Todo tiene consecuencias. Un poco más adelante, después del palo, llega la zanahoria y la opción de consumir un obsequio de Terry y activar -también de forma permanente- el Modo sin dolor o modo fácil. Superada la mitad del juego, sí… caímos y renunciamos al dolor.

 

Elecciones que lo cambian todo

En el modo dolor hay una segunda escena post-créditos que hace una importante revelación. ¿Y esto cómo lo sabemos? Gracias a Youtube, pues no nos atrevimos a jugar en la máxima dificultad. Quizás algún día… Y es que -si jugáis a la versión de PlayStation 5- para hacer el 100% del juego debéis completar la partida tres veces (aunque siempre podéis agilizar el proceso grabando en los puntos clave en diferentes slots de guardado), ya que hay dramáticas tomas de decisiones que afectan al devenir de la partida y dependiendo de nuestras elecciones obtendremos uno u otro trofeo. Diferentes finales/epílogos que dependen de nuestras acciones y dificultad elegida.

 

 

Lo mismo sucede con Lisa: The Joyful, cuya historia tiene lugar justo después del final del primer juego (esta aventura funcionaría como una suerte de DLC que completa la historia de The Painful). En total, entre uno y otro, una primera partida nos puede llevar en torno a las 20 horas (15 + 5). Las horas aumentan sensiblemente (sobre todo en el primero), si buscamos ser completistas en ese primer viaje por este páramo postapocalíptico.

 

Lo irónico de The Joyful es que siendo el momento en el que su protagonista tiene por primera vez la libertad para decidir por sí misma, lo que debería suponer un rayo de verdadera esperanza, pues tiene el poder de escribir su propio futuro… el viaje se vuelve aún más oscuro y cargado de odio. En ambas aventuras tenemos la opción de perpetuar o romper el ciclo (auto)destructivo de los protagonistas, pero mientras que en la primera hay un deseo -horriblemente ejecutado- de hacer bien las cosas aunque solo sea por una vez; en la segunda la rabia ciega a nuestra protagonista.

 

Frustrante vs. frustrante

En la (mala) suerte y la toma de decisiones juega un papel muy importante la frustración, pero en el buen sentido. Perder aliados o misiones secundarias por actuar antes de pensar, no fiarse del instinto (cuidado con a quién ofrecéis la dinamita) o ser demasiado precavido (los sueños no son siempre reparadores), es parte de la experiencia. Hay una treintena de personajes que podemos reclutar (en The Painful, en cambio, estamos solos contra el mundo), pero tan pronto como llegan, se van. Rendirse a la alegría y tomar el camino fácil tampoco nos ayudará a escapar de la frustración (el sufrimiento permanece).

 

 

En cambio, es frustrante -en el mal sentido- la excesiva homogeneidad de los escenarios. Esto es un problema en los diferentes cruces de caminos a los que iremos llegando con el paso de las horas. Cada uno tiene sus cinco-seis accesos que llevan a nuevos pueblos o grutas que, a su vez, pueden dirigir a otros lugares. Pero dichos accesos son todos iguales y es diabólicamente fácil desorientarse y pasar la siguiente media hora dando vueltas por las mismas cuevas o casas porque no hay siquiera un triste letrero.

 

También es frustrante (depende de cada uno) el poco desarrollo del mundo que nos rodea. Más allá del conflicto principal, apenas se dan vagas trazas sobre el porqué de las cosas o, incluso, de los traumas que arrastran nuestros personajes (incluyendo el quién es Lisa). Siendo una propuesta que subraya siempre la desolación y carga presente, que busca una respuesta emocional (y sufrida) de sus jugadores ante el viaje que están emprendiendo, se entiende el desinterés en la panorámica, lo que importa es la foto de los personajes; aún así, se echa en falta un mínimo de concreción respecto a un mundo que plantea muchos interrogantes y que abandonamos con muy pocas respuestas.

 

Analizado en PlayStation 5.

 

 

Lisa: Definitive Edition (que cuenta con textos en castellano) puede jugarse tanto en digital (edita Serenity Forge) como en formato físico en dos ediciones: Estándar y Coleccionista (Decade of Joy Collection), para PlayStation 5 y Switch desde el 25 de abril.