Olija

Olija: Siguiendo el corazón


En 1851 Herman Melville publicó Moby Dick la historia de una ballena gigante que arrasaba con todo ballenero que intentaba darle caza y, en 1956, John Huston estrenó, quizás, la adaptación cinematográfica más recordada del libro con Gregory Peck a la cabeza. Pero, ¿por qué estoy hablando de Moby Dick en esta reseña? Porque cuando comienzas a jugar a Olija tienes una ligera sensación que la inspiración del juego proviene de esto, de Moby Dick; es más, la introducción de la historia es que Faraday el personaje que controlamos, y protagonista de esta historia, es el líder de un pueblo pesquero que está atravesando una época complicada y que decide salir a pescar para darle a su pueblo una nueva oportunidad. En medio de una tormenta, un monstruo gigante consigue hundir su barco haciendo que tanto él como su tripulación acaben en otro lugar.

 

Olija

 

Pero únicamente este inicio es lo que más me recuerda a Moby Dick, porque Olija comienza siendo una historia sobre conseguir el objetivo de volver a tu hogar de volver a tu tierra y termina siendo una historia sobre hacer caso a aquello que te dice el corazón el lugar donde realmente quieres estar… o con quién quieres estar.

 

Pero, ¿qué es Olija? Olija es un juego de plataformas y acción en scroll lateral en donde somos Faraday, el líder anteriormente mencionado, y tenemos que encontrar la forma de volver a nuestro hogar, encontrando las tres llaves mágicas que hay repartidas por el mundo que permitirán abrir la puerta de nuestra tierra, pero conseguirlas no va a ser nada fácil pues hay un ser perverso que hará todo lo posible para que no consigamos ese objetivo. Lo que no sabe él, es que somos el elegido del arpón, un arma que puede ser lo mejor o lo peor dependiendo en qué manos caiga y, que contiene, un poder inimaginable, el cual nos permitirá teletransportarnos hasta el lugar donde lo hayamos lanzado. Pero todo cambia cuando conocemos a Olija, la heredera de una tribu que busca la paz.

 

Olija

 

Y es aquí donde el juego realmente me gana cuando la propia Olija entra en escena. Al principio quizás algo frío sin saber muy bien qué es lo que pasa, pero a medida que vamos entrando más en una historia más críptica de lo que cabía esperar, es cuando realmente el juego me ha terminado ganando y en especial cada uno de los momentos que tenemos con la Olija, después del segundo encuentro, en el cual ya se empiezan a ver por dónde van a ir los tiros del juego y en qué situación nos quiere colocar, y en especial hay un momento que me parece lo más bonito que he jugado en un videojuego en mucho tiempo, que es un combate con la propia Olija y que supone un baile entre los dos y termina bajo un cerezo y es, simplemente, toda la secuencia, preciosa.

 

Aparte de todo esto, lo cierto es que Olija me ha gustado bastante, quizás no llegue a ser ese juego que se cuela en los tops de lo mejor del año, pero sí que consigue hacer pasar el rato, propone un reto en sus plataformas y puzles y nos obliga a aprender perfectamente el sistema de combate. El plataformeo hasta que no se consigue el arpón únicamente es saltar de una plataforma a otra sin mucho más, pero sí que profundiza mucho más cuando conseguimos ese arma, pues nos da la opción de hacer cosas realmente espectaculares. El sistema de combate es bastante bueno, lo malo es que nunca se profundiza demasiado en él, y cuando conseguimos dicho arpón podemos pasarnos todo el juego simplemente machacando el botón de este. Y hay un combate, contra tres enemigos a la vez, que, sí que consigue hacer que este sistema de combate brille, pues nos tiene constantemente en movimiento, saltando, disparando, golpeando… es un disfrute mayúsculo. Pero aun así se me queda algo corto, que se podría haber explotado mucho más, igual que los puzles.

 

Olija

 

Y con todo esto lo cierto es que me quedo más con la parte intima del juego, la parte donde no hay combate, donde no hay plataformas y son los personajes los que hablan. Y ya os digo que se consigue una relación entre ellos realmente maravillosa. Olija es un juego notable, que dura lo que tiene que durar y no tiene relleno de más, pero que podría haber sido mucho mejor puliendo más algunos aspectos y no yendo tan a saco hacía el final, pues las mazmorras terminan repitiéndose y desde que entras en ellas saber todo lo que tienes que hacer, pues suelen repetir esquemas. Aún con sus peros, es un juego más que recomendable.

 

Acerca de Christian Leal

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Desde niño me apasioné por el séptimo arte, por ello decidí licenciarme en Comunicación Audiovisual, pero después amplié mis miras también hacía la pequeña pantalla en la que devoro, bebo y me alimento de series y cine. Mi vida podría resumirse en un guión de Aaron Sorkin dirigido por David Fincher o Michael Haneke.

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