Nick Spencer deja a un lado todo lo relacionado con Pariente (respecto a sus problemas con Spiderman) y pone el foco en los problemas más inmediatos del trepamuros y sus amigos. Bumerang está en la diana de Kingpin y con él sus allegados, estos son sus compañeros de piso: Peter Parker y Randy Robertson.
«Su rabia le volverá imprudente«
Un mes más Panini Cómics opta por una entrega doble, incluyendo en El Asombroso Spiderman #35 dos capítulos de la edición anglosajona de la serie. El primero de los capítulos resuelve el cliffhanger de la grapa anterior, mostrando al Spencer más divertido y dinámico. El autor parece transformarse cada vez que ha de escribir a Fred Myers. Lo suyo con Spencer es una bonita historia de amor que viene de tiempos de Los enemigos superiores de Spiderman, aquella serie complementaria a «Amazing» protagonizada por Bumerang y un grupo de supervillanos de baja estofa con los que era imposible no sentir cierta ternura ante sus desgracias. Y ahora como compañero de piso de Spiderman y aliado de este contra los jefes del crimen neoyorkino, el personaje no ha dejado de crecer.
Y, al tiempo que continúa desarrollando las ideas del número anterior en cuanto a la colaboración de Spidey con los medios en la era de las RRSS y Kingpin busca aliados a su causa hasta debajo de las piedras, la relación entre Randy Robertson y Escarabajo sale a la luz, convirtiéndolos en una suerte de Romeo y Julieta. Sus padres tienen un conflictivo pasado y, como es evidente, no se toman muy bien el romance de sus retoños.
El Asombroso Spiderman #35 es la enésima prueba que constata que el Spiderman de Nick Spencer luce muchísimo más cuando abraza un tono más optimista y lúdica en el que la comedia y los enredos tienen un peso importante. Tan dado como es a virar el tono hacia el drama y las cejas fruncidas, disfrutemos de esta divertida mirada mientras dure.
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