Prácticamente un año después de la recuperación de Persona 3 Portable para los sistemas actuales, Atlus sigue con morriña hacia la que fuera -en la práctica- entrega fundacional de la saga Persona y la somete a una renovación radical sorprendiendo a propios y extraños. Persona 3 Reload sigue sin ser la versión definitiva de Persona 3, pero es la mejor revisión del juego que ha salido hasta la fecha.
A nivel narrativo, Persona 3 Reload es un remake del título original de PlayStation 2, lo que significa que se han perdido el epílogo de P3 Festival y la ruta femenina de P3P. ¿Es importante? Depende. Si conocéis dichas versiones, sí, pues los recortes en términos de historia son significativos. Si esta es vuestra primera vez con Persona 3, en absoluto, dado que al final no dejaban de ser añadidos que ampliaban o daban una perspectiva diferente de la historia, pero no condicionaban la trama central protagonizada por el protagonista (o Makoto Yuki, según el canon del manganime oficial).
Donde sí que Atlus ha tenido en cuenta las otras versiones del juego de cara a maximizar las opciones jugables de esta nueva revisión es en aspectos como la posibilidad de disponer de Koromaru como personaje jugable (en el juego original no lo era) o las mejoras de calidad de vida del P3P como el viaje rápido, la flexibilidad del sistema de guardado o el control de los aliados durante los combates. Es decir, P3R suma a su propuesta jugable lo mejor de cada entrega. Pero no se queda ahí, sino que le da una vuelta de tuerca a otros tantos aspectos. Lo principal es la ampliación de los vínculos sociales, de tal forma que aumenta el número de personajes con los que podemos interactuar y estrechar lazos, hay nuevas actividades secundarias y se añaden las correspondientes cinemáticas y líneas de guion (dándole más profundidad a personajes como Junpei o Sanada). Esto supone más horas de juego (echadle unas 60 horas para completarlo) y solventar una de nuestras quejas de P3P, que era la dificultad de empatizar con algunos de sus personajes.
La lección de Persona 5 (y Persona 5 Royal) está muy bien aprendida. Sigue siendo algo más básico (las bases eran las que eran, no olvidemos que P3 es de 2006), pero el lavado de cara le ha sentado de maravilla. Sobre todo a nivel visual, tanto en el propio diseño artístico como en la interfaz y menús. Aquí es donde más se nota lo aprendido (y demandado) en los últimos años. Atlus juega sobre seguro y el público también lo agradece, pues se encuentra ya de entrada con un entorno y unas formas que le resultan muy familiares.
Como señalábamos, las bases eran las que eran y la torre Tártaro sigue siendo el Tourmalet de la propuesta. Una mazmorra casi infinita por la que hay que ir ascendiendo derrotando una y otra vez a los mismos enemigos y con una acusada obligatoriedad de farmear/grindear recursos y niveles. Con la intención de ser fieles al juego original, la desarrolladora tenía poco margen para tocar cosas; el diseño es el que es. Visualmente hay un intento de ofrecer variedad en los escenarios -que se agradece-, pero poco más. De ahí el esmero en ofrecer «extras» a nivel de retos y mecánicas en los combates.
El más llamativo es el añadido de las puertas y pasillos Monad. De ser una mazmorra opcional (desbloqueable cumpliendo ciertas condiciones de la Habitación Terciopelo), ahora aparecen repartidas en muchas de las plantas a partir del tercer nivel. Es decir, ahora son un contenido mayor y mucho más accesible para cualquiera, basta con equiparse hasta los dientes (el reto es mayor al de los enemigos convencionales) y adentrarse sin miedo. Las recompensas que otorgan merecen el reto. Por su parte, la torre del reloj también ha sido reinterpretada, añadiendo una ligera capa estratégica en torno a la utilización de recursos.
En cuanto al combate, Persona 3 Reload vuelve a estar en deuda con la quinta entrega incluyendo el sistema de relevos o la opción de señalar directamente el ataque eficaz a una debilidad enemiga ya descubierta. Pero P3R también quiere apuntarse un tanto y, quién sabe, incidir en futuras entregas de la saga. ¿Cómo? A través de la Teúrgia, que vendría a ser una suerte de «habilidad definitiva» de cada personaje capaz de marcar la diferencia en los combates más retadores y -esto es importante- estrechamente ligadas al cuidado de los vínculos sociales, pues a través de ellos se pueden activar ventajas pasivas e, incluso, otras teúrgias.
Persona 3 Reload es una propuesta indispensable para cualquier aficionado a los RPG. Quienes jugaran al original o alguna de sus revisiones encontrará no solo un acabado técnico y visual sobresaliente, sino un buen número de novedades que hacen de esta prácticamente una experiencia nueva; quienes vengan de las entregas más recientes de la franquicia verán cómo se sigue puliendo la fórmula de P5R, añadiendo interesantes mecánicas dispuestas a llegar para quedarse; y quienes no conozcan la franquicia tienen una puerta de entrada estupenda, más básica en aspectos como las mazmorras o la gestión de los vínculos sociales, pero también más manejable en términos de tiempos (P5R supera con facilidad las 100 horas).
Analizada la versión de PlayStation 5.
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