The Witcher III, God of War o The legend of Zelda: Breath of the Wild son algunos de los últimos ganadores al prestigioso GOTY, el mejor juego del año. Este 2019, tras las nominaciones, todo parecía decantado a que Hideo Kojima subiera al escenario a levantar el premio por Death Stranding. Pero en un giro de los acontecimientos, Hidetaka Miyazaki y su juego Sekiro: Shadows Die Twice se hicieron con el galardón más importante dentro de la industria del videojuego. Para los fans de Fron Software, entre los que me incluyo, es la mejor noticia posible. No solo porque finalmente se reconozca el trabajo del estudio detrás de obras maestras como Dark Souls o Bloodborne, sino porque también se reconoce a un juego que supone un reto mayúsculo para el jugador. Dentro de una industria donde los videojuegos cada vez implican menos dificultad por ofrecer otros alicientes, Miyazaki y From Software siempre han ofrecido una experiencia de juego muy difícil pero justa, en la que se premia al jugador por aprender a lo largo del viaje las mecánicas, afrontar los peligros sin miedo y a estar concentrado en todo momento. Y Sekiro: Shadows Die Twice es la culminación a un estilo, a una forma de entender los videojuegos y a no tratar al jugador como si fuera realmente inútil con un mando en las manos.
El nombre de From Software y de Hidetaka Miyazaki lleva recorriendo el mundo de los videojuegos desde que lanzarán al mercado Demon’s Souls. En él, establecían los códigos que marcarían después sus siguientes juegos: un RPG de acción en tercera persona donde la dificultad es bastante elevada pero que con práctica y paciencia podías pasártelo. Pero fue con Dark Souls con los que consiguieron entrar por la puerta grande. En sí, Dark Souls es una especie de remake cambiando por completo los escenarios, personajes, historia e incluso mecánicas. Y todo porque fue multiplataforma. Pero la fórmula seguía intacta. Dark Souls II no ha sido tan recordado porque la dificultad que se había impuesto hacia que el juego fuera realmente obtuso, pero en Dark Souls III, y con la vuelta de Miyazaki al proyecto tras no estar en el II, la cosa cambió y sirvió como cierre perfecto a una trilogía única. Y con la llegada de PlayStation 4, From Software lanzó en exclusiva Bloodborne, para muchos el mejor de los juegos desarrollados por la compañía. Bloodborne revolucionaba la fórmula souls hasta convertirla en un juego de acción violento, difícil pero satisfactorio, con una ambientación neo gótica de quitarse el sombrero. Aunque tampoco obtuvo el premio más importante, el GOTY.
En 2019, From Software lanzo Sekiro: Shadows Die Twice junto a Activision, un juego que volvía a cambiar la dinámica de sus antiguos juegos para intentar innovar y volver a ser un referente. Lo consiguió, pero la gente parece que se acostumbró a lo fácil y cuando vieron que Sekiro exigía un control muy preciso de las dinámicas que te quería enseñar, empezaron a poner el grito en el cielo por su dificultad. Por ello creo que el hecho de que haya conseguido alzarse con el GOTY 2019 es también una forma de demostrar que quienes votan admiran los juegos que les son un auténtico desafío también tienen cabida. Además, no solo ha servido para galardonar a Sekiro, sino también a la propia From Software, una compañía que lleva haciendo auténticas maravillas y que nunca han sido reconocidos por su trabajo más allá de las criticas y del público, que son de verdad los mejores premios, pero tener en su haber conseguir el GOTY también es una hazaña. Además, este año con Control, Death Stranding, The Outer Worlds, Super Smash Bros Ultimate o Resident Evil 2, la cosa estaba reñida, pero finalmente Sekiro se merecía el GOTY.
Puede que muchos piensen que Death Stranding o Resident Evil 2 eran los merecedores del galardón, pero siendo sinceros, Kojima ha hecho un grandísimo juego, pero quizás ha pesado demasiado que en el año de su vuelta y, habiendo sacado el juego un mes antes de la celebración, era mucha casualidad que se llevara el tirunfo. Resident Evil 2 es un juegazo, pero no quita que es un remake. Sekiro es original, único, difícil, justo y entretenido como nunca. Puede que en muchas ocasiones termine frustrando las esperanzas de los jugadores, que se instauré el que nunca vamos a conseguir pasárnoslo, pero con empeño y dominio de las mecánicas podremos con todo. From Software ya tiene su GOTY de un juego que se lo merece, ahora solo esperemos que la compañía de Miyazaki nos siga regalando auténticos juegazos.
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