Young Souls

Young Souls: Sencillo, pero eficaz

Definido como un Beat ‘em Up RPG, Young Souls nos propone una entretenidísima aventura en la que dos hermanos tienen que adentrarse en un mundo fantástico habitado por goblins para salvar a su padre… y a todo su pueblo. Editado por The Arcade Crew y desarrollado por 1P2P Studio, el juego, aparecido originalmente para Stadia, llega ahora al resto de plataformas (PC, Nintendo Switch, Xbox One y PlayStation 4) para acercar su propuesta a todo el mundo.

 

Young Souls

 

A primera vista hay dos aspectos que destacan sobre cualquier otra consideración. El primero -y más importante- es apartado visual, con una estética de dibujos animados muy llamativa. Young Souls apuesta por una animación de líneas rectas y angulosas a caballo entre el amerimanga y los buenos tiempos de Cartoon Network y que recuerda, incluso, a las obras de la productora Laika. Esta mención no es gratuita, pues la propia historia tiene un poco del buen hacer de la compañía de Oregón, teniendo conceptos como la familia o la búsqueda de nuestro lugar en el mundo como elementos centrales de una narración plagada de aventuras.

 

Al respecto del apartado visual conviene destacar también tanto el color, con el uso de una paleta de colores cálida, que tiende hacia las tonalidades rojizas, lo que subraya el carácter pasional de los mellizos protagonistas y del peligroso viaje que han de emprender; como el diseño general de los personajes que, sin ser todo lo variado que nos hubiera gustado, aporta mucho carisma al conjunto. Es imposible no ver un frame del juego sin identificarlo al instante.

 

Young Souls

 

El segundo de los aspectos destacables de Young Souls es su tremenda accesibilidad. Siendo una propuesta exigente, que requiere de cierta coordinación en la combinación de bloqueos y ataques (disponemos de una barra de vigor que nos obliga a decidir cuando atacar, penalizando el aporrear los botones dejándonos expuestos al enemigo) y tener ojo avizor para aprender las pautas de movimientos de nuestros enemigos; dispone de cuatro modos de dificultad (que se pueden cambiar en cualquier momento) que cambian sensiblemente la experiencia jugable y abre muchísimo el abanico de jugadores potenciales: Relajado (ideal para los peques, pues se suavizan incluso algunos diálogos), Equilibrado, Exigente (el recomendado por los desarrolladores) y Experto.

 

En poco más de diez horas se puede completar una aventura que a nivel argumental no tiene mayores complicaciones. Es más, puede resultar hasta demasiado simple. El foco está puesto en la misión de rescate de los mellizos protagonistas y su viaje emocional. Al margen de eso, hay una interesante -y crítica- lectura sobre la guerra sobre la que no se profundiza en exceso y un rico lore que tampoco se explora más allá de lo indispensable para el avance de la historia o la consecución de una subtrama que nos otorga un armamento especial. Young Souls ofrece una historia sencilla, pero funcional, que imaginamos en formato audiovisual (con espacio para desarrollarse) y nos hacen los ojos chiribitas. Todo, además, desde un tono desenfadado y en un perfectísimo castellano.

 

Young Souls

 

En cuanto al apartado jugable, el juego apuesta por la dinámica del Beat ‘em Up (o el «yo contra el barrio») con toques RPG en forma de exploración de mazmorras y de subida de niveles y potenciación de algunas (tres) variables en los personajes. Como el argumento, es sencillo, pero eficaz. A su favor juega la medida duración de la aventura, pues llega un punto en el que la sensación de repetición empieza a notarse, pero a su vez (su duración) impide que podamos sacar provecho al variado equipamiento del que disponemos. Donde gana enteros el juego -como muchos beat ‘em up- es cuando jugamos en modo cooperativo. Siempre vamos con los dos hermanos, alternando entre ellos a conveniencia en el modo de un jugador (cambiar entre uno y otro en medio de los combates le da un plus de gestión y estrategia a los mismos). Pero claro, no hay nada como aporrear goblins en compañía.

 

Al menos lo que respecta a la versión de PlayStation 4 presenta algunos problemas de rendimiento en forma de parones en la imagen en medio de las batallas, menús que no aparecen (que requieren reiniciar la partida) o tiempos de carga excesivamente largos. Ninguno es grave de por sí, pero empañan una experiencia final que, en términos generales, resulta muy reconfortante.

 

Analizada la versión de PlayStation 4.

Acerca de Daniel Lobato

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El padre de todos, pero como a Odín, se me suben constantemente a las barbas. Periodista de vocación cinéfila empecé en deportes (que tiene mucho de película) y ahora dejo semillitas en distintos medios online hablando de cine y cómics. También foteo de cuando en cuando y preparo proyectos audiovisuales.

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