«Voy a contarle al mundo que Bruce Wayne es Batman. Y será por tu propio bien«
Llega por fin la recopilación en un único tomo (bajo el sello DC Black Label) de Batman: El Impostor, un inteligente acercamiento al Caballero Oscuro por parte de Mattson Tomlin que ponen en nuestras estanterías las buenas gentes de ECC. La historia va de lo que el propio título indica: un imitador de Batman ha aparecido en Gotham y se está dedicando a cazar y asesinar a matones, mercenarios y asesinos mientras las culpas caen sobre los hombros de nuestro protagonista. El justiciero deberá entonces emprender una investigación contrarreloj para tratar de desenmascarar a este nuevo asesino en serie mientras trata de evitar que una policía cada vez más en su contra le de caza a él y descubra su secreto ante el mundo.
Esta historia ya bastaría de por sí para llenar las páginas de un cómic, pero entonces no estaríamos hablando de algo remarcable, puesto que ya ha habido otros antes que han suplantado al Caballero Oscuro con mayor o menor éxito. Lo que hace de Batman: El Impostor un cómic merecedor de nuestra atención es el tiempo que se toma su autor en diseccionar psicológicamente al héroe de DC y la facilidad con la que lo derriba y lo hace revolcarse en el fango, en parte para contarnos por qué Batman siempre termina levantándose y en parte, y esto es lo más interesante, para argumentar que en la ciudad de locos que es Gotham, su vigilante enmascarado no puede estar del todo en sus cabales.
«Yo tenía reglas… Creía que bastarían. Me equivocaba«
Tomlin nos permite acceder a la mente del Mejor Detective del Mundo a través de una serie de reuniones al amanecer con la doctora Leslie Thompkins, que se nos presenta como la psicóloga que le atendió desde el mismo momento en que Martha y Thomas Wayne fueron asesinados ante sus ojos y que ahora descubre aterrada como el crío violento, irascible y con una buena dosis de estrés post-traumático se ha convertido en un veinteañero que sale todas las noches a romper mandíbulas y partir brazos por los bajos fondos de la ciudad. La doctora trata de alejar a su paciente de las calles, pero se encuentra frente a un joven que la rebate y que a duras penas se somete a una terapia con la que ésta pretende lograr estabilizar a un chaval que, en el universo del guionista, no contó con el apoyo paternal de Alfred Pennyworth.
El cómic, además, sirve como una suerte de continuación del Batman de Matt Reeves que ahora triunfa en nuestros cines. Nos presenta a un Hombre Murciélago que lleva ya tres años al frente de la justicia en las sombras, pero nos cuenta cómo de fácil es acabar con el buen nombre que se labra el héroe cuando su justicia al margen de la ley comienza a beneficiar a los malhechores y alguien decide equilibrar la balanza. Sirve, por tanto, como nexo de unión entre el Batman que ha encarnado Robert Pattinson (que lleva dos años vistiendo el traje en la película) y el que huyera por las sombras en El Caballero Oscuro de Christian Bale, para convertirse en el villano a ojos de la opinión pública tras la muerte de Harvey Dent.
Batman: El Impostor, además, cuenta con el siempre extraordinario dibujo de Andrea Sorrentino (lo cual no puedo negar que haya sido uno de los principales anzuelos para un servidor), que marca con su uso de las sombras y las siluetas el caos que reina en la ciudad gótica y en la mente de los protagonistas de esta interesante historia.
Deja un comentario: