Partiendo de la complejidad de relaciones sentimentales, Jean-Pierre (Alain Chabat) introduce un nuevo matiz, que insignificante parece, pero que se convierte en el detonante y protagonista de Un regalo para ella. Este encantador y algo pedoso perro, un bulldog inglés llamado Tesoro, va centrar todas las atenciones de Nathalie (Matilde Seigner), cosa a la que Jean-Pierre, acostumbrado a ser el eje de sus pensamientos, no está habituado. No hay ojos para otra cosa que no sea Tesoro. Con este regalo merced tan especial día, se inicia la enredada comedia póstuma del afamado director y productor francés Claude Berri (Germinal), que co-dirigió junto a François Dupeyron, al que todos recordaremos por la preciosa reflexión social que es El señor Ibrahim y las flores del Corán.
Amén de los conflictos caninos, es curioso es ver como un perro -eso sí, de raza- es cuidado al más puro estilo burgués: Nathalie hace un menú para tres; Tesoro es uno más y si hay que cenar bien, que no sea por la pareja, qué sea por Tesoro que chuletones varios reclama para mantener la estupenda línea que siempre ha destacado entre los rechonchos y oscilantes bulldoges.
A estos entresijos caninos hay que añadirle como reclamo la correcta y siempre agradable visión de la bella Matilde Seigner (La chica de París) y al conocido cómico francés Alain Chabat (Felpudo Maldito), que junto a Tesoro, forman un triángulo que espera pillar pellizco en la taquilla, en la que otro perro, un animado gran danés llamado Marmaduke, ya está pasando con fuerza.
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