«Hay algo obsceno en el hecho de comer«

¿Cómo? ¿Que no sabéis qué regalar estás Navidades a vuestro sobrino predilecto? ¡No hay problema! Diábolo Ediciones ha puesto en nuestras estanterías Solo son Déjà Vus a la Carta, una recopilación de otros tres álbumes de Mauro Entrialgo publicados en otras editoriales (y probablemente descatalogados a día de hoy) que respondían a los títulos de Déjà Vu (2002), Historias a la Carta (2005) y Sólo son Tebeos (2006). Pero como vuestro sobrino seguramente aún estaría gateando cuando salieron por primera vez, pues ahora los tenéis agrupados en un solo tomo en el que encontrará desde encuentros casuales con el diablo hasta reflexiones sobre los curas o los sistemas operativos. Tenemos en este cómic una dosis concentrada de Entrialgo de esas que se disfrutan mejor de poco a poco, manteniendo el tomo cerca de nuestra cabecera y recurriendo a él cuando nos supere un poco el día a día y necesitemos reír con la suficiencia de quien se ha dado cuenta de algo que nadie más sabe.

Porque muchas veces esa es la sensación que nos dejan las tiras de este prolífico autor. Si hay algo que caracteriza al bueno de Mauro es la atención a los pequeños detalles. Es lo que hace de sus tiras y sus cómics una biblia de humor inteligente que nos permite sentirnos listos durante los escasos segundos en los que sentimos una conexión por algo que nosotros habíamos tal vez también percibido. Y es eso, al mismo tiempo, lo que nos hace reírnos cuando nos damos cuenta de una realidad cotidiana que, pese a estar a nuestro alcance, no habíamos ido capaces de percibir.

«O sea, que tu mayor deseo es salir en una peli de Torrente«

Me dijo alguien alguna vez que las buenas historietas las escribe gente capaz de fijarse en estos pequeños detalles. Entrialgo lleva años parándose a sacarle punta a la realidad y es un verdadero experto en la materia. Sus cómics en raras ocasiones viajan a lo fantástico y eso es porque le basta con pasearse por el barrio para descubrirnos un mar de conceptos, comportamientos y curiosidades que ponen al descubierto desde los recovecos más ruines del alma humana hasta los elementos que ponen en relevancia nuestra más tierna candidez. Es por eso también que merece la pena volver de cuando en cuando a tomos como éste para reírnos de nosotros mismos, de nuestras vilezas y nuestros despistes, de los grandes logros de la raza humana y de sus mayores vergüenzas.

Solo son Déjà Vus a la Carta

Y le viene bien también a ese hipotético sobrino nuestro. Porque puede que lo de los CDs de acceso a internet sea tan de finales de los noventa que dé hasta un poquito de cosica, pero hay conceptos, como la revisión de los exámenes o los trucos que usan con nosotros las agencias de publicidad que siguen (y seguirán) hoy igual de vigentes que cuando los cómics que mencionaba más arriba se acababan de publicar. Es decir, que este cómic, no sólo es un regalo para los nostálgicos y quienes se quedaron sin poder comprar los anteriores recopilatorios de Mauro Entrialgo, sino que también es un perfecto manual para que el nini de vuestro sobrino tenga algo que hacer aparte de directos de Instagram y vídeos en Tik Tok.