«El círculo se cierra. Todo está en todo«

Casi un año después del primer volumen (un servidor había perdido la esperanza de volver a verlo a la venta) llega a nuestras manos Mutafukaz #2: Inquietantes Agujeros Negros, un cómic que, esta vez sí, amplía lo que viéramos en el filme de 2017 y se toma su tiempo para contar la locura de historia que tiene preparada RUN para nuestro deleite. Y además, habidas cuentas de que se trata de un cómic de alrededor de 2006, nos encontramos con que gran parte de lo que aquí se lee es perfectamente extrapolable al momento de histeria mundial en que vivimos, con el Reloj del Juicio Final ya en las veintitrés horas, cincuenta y ocho minutos y cuarenta segundos para la medianoche es decir, a apenas cien segundos de la ‘destrucción total y catastrófica’ de la humanidad.

Y es que Mutafukaz nos lleva de la mano a unos Estados Unidos ya muy lejos de sus mejores días, con problemas de bandas y corrupción y con más ansias por demostrar su poder fuera de casa que por arreglar las cosas de puertas hacia adentro. En este contexto, sus dirigentes ven la posibilidad de utilizar a nuestros protagonistas como chivo expiatorio para justificar una serie de acciones bélicas en el exterior. ¿De qué me sonará esto? ¿Quién estará haciendo algo similar ahora? ¡Un momento! ¿No buscó Estados Unidos armas de destrucción masiva hace años en un país pobre pero con importantes yacimientos de petróleo? ¿Y no se están buscando ahora mismo laboratorios de producción de armas biológicas en…? No, debe de tratarse de una coincidencia.

«¡Pasa que eres un ninja Terminator! ¡Un auténtico asesino, tío!«

La gracia es que esta historia nos muestra lo poco que hemos avanzado como sociedad en los últimos dieciséis años, que se dice pronto. De hecho, ya hace más de veinte años de los atentados de las Torres Gemelas (dieciocho de los atentados del 11-M) y la humanidad, lejos de haber avanzado hacia adelante, parece haber retrocedido en libertades, derechos y esperanza. Vivimos en un contexto de miedo perenne (a la crisis, a la pandemia, a la guerra…) que no hace sino exacerbar los ánimos y llevar a la gente al límite. Muy al estilo de lo que leemos en el cómic que edita Dibbuks. El mundo por el que se mueven Vinz y Lino es una puñetera locura, pero no se diferencia tanto como queremos creer de la locura que ya se extiende por las calles de nuestras ciudades.

Mutafukaz #2: Inquietantes Agujeros Negros

Mientras que el apocalipsis llama a nuestra puerta, Mutafukaz #2: Inquietantes Agujeros Negros es una joyita que debe ser leída y disfrutada por su apartado gráfico a partes iguales. Casi tan importante como lo que ocurre con nuestros protagonistas es el ecosistema que RUN despliega ante nuestros ojos. Las variaciones en el uso del color, los estilos artísticos al servicio de lo que se nos está relatando y la sobredosis de detalles en cada paisaje hacen de Mutafukaz una auténtica virguería visual que, además, Dibbuks acompaña de nuevo de una extensísima galería de extras (entre ellos algunas portadas alternativas maravillosas) que van a hacer las delicias de los fans de esta obra.