Lo diré sin rodeos, en crudo. Spiderwoman: Vuelta a los orígenes es malo con ganas, pero tremendamente divertido. El guion de Karla Pacheco es malo nivel Crank o Serpientes en el avión. Tiene algún punto de lucidez en contados diálogos (el fallido chiste de «sacaré la basura» es muy gracioso), pero su gran valor es desperdiciar todas las buenas ideas que aparecen ante sus ojos (¿en serio se ha desaprovechado de esa manera el drama de Jess y Roger?). Por criticar, se le puede criticar hasta su nula comprensión de las elipsis (grave en el segundo capítulo, que obliga a hacer una relectura ante la incertidumbre de que falte alguna página o que el tomo esté mal imprimido). Y aún así resulta terriblemente entretenido.
Esta Spiderwoman se ha convertido en una suerte de Fast & Furious con Jessica Drew siendo la Toretto marvelita. Su mayor preocupación es su familia, ya sea porque ha de protegerla o porque algún familiar salido de la nada quiere acabar con ella. Cada giro argumental es más descabellado que el anterior. Con un ritmo endiablado, cualquier cosa puede pasar. Y donde realmente saca músculo es en el apartado visual. Si por algo destaca esta etapa de Spiderwoman es por el trabajo de Pere Pérez a los lápices. No solo dota a las secuencias de acción de gran dinamismo, sino que se permite jugar mucho con las composiciones, haciendo aún más llamativa la narración visual.
«¡No me puedo creer que me hayas tirado un @#&%$ caballo!«
El arco recogido en este Vuelta a los orígenes busca ser una puesta a punto del personaje después de los hechos acaecidos en los dos tomos anteriores, al menos en lo que respecta a su identidad visual gracias a la recuperación del traje clásico de Jessica. En cuanto a la trama, esta da una vuelta de tuerca al conflicto familiar del volumen anterior para estirar un poco más la cuestión de los tejemanejes genéticos que le dieron a la protagonista sus poderes. Se recuperan de manera testimonial a algunos villanos largo tiempo olvidados y se han presentado otros que seguramente correrán la misma suerte una vez Pacheco y Pérez se cansen de ellos. Esta propuesta en rústica de Panini Cómics es recomendable para muy cafeteros de Spiderwoman.
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