Recuerdo que comencé a oír hablar de Faith hará cosa de un año y pico. Fue gracias a un artículo publicado en uno de los medios de prensa generalista y dado el sensacionalismo con que se trataba a la serie, dejó una impronta muy poco precisa en mi imaginación. El titular, aunque en palabras que trataban de ser más amables, venía a decir: ‘Faith: crean una heroína gorda en Estados Unidos‘. Me dio pereza. Mucha. Reconozco que debería haber investigado, pero por aquel entonces yo aún tenía fresca en mi memoria la colección de Dial H, protagonizada por un ex-boxeador obeso y con una fuerte adicción a la nicotina. Pensé: ‘Ya he visto esto con anterioridad y si lo único que pueden resaltar de esta heroína es el hecho de que esté gorda, mal vamos‘.
Esta es una de esas veces en las que me alegro un montón de haberme equivocado tanto. Me da pena que un miserable artículo me haya sembrado de prejuicios, eso sí, pero gracias a Medusa Cómics he tenido la ocasión de saldar la deuda de justicia que tenía con este cómic y, creedme, yo soy el que más ha salido ganando.
«¿Me acaba de machacar un… anime shojo?«
Porque Faith es lo más real que he leído en meses. Tiene poderes, tiene villanos y tiene todas esas cosas que hacen que podamos estar hablando de un cómic de héroes y villanos dentro del cada vez más interesante universo Valiant (luego iré a por él), pero por encima de todo, habla de una chica normal, una enamorada de los cómics, las series y los personajes de ficción luchando por encajar en el mundo y por hacer funcionar a sus dos mitades, la civil y la heroica. Todo ello contado desde una primera persona que no se aleja demasiado de la que podría ser la tuya o la mía: fantasías, temores, suelos, anhelos… El mundo interior de Faith no dista casi nada del que muchos de nosotros tenemos y eso, precisamente eso, la convierte en un personaje tan cercano.
Tiene sobrepeso. Sí. Pero no es tanto una seña de identidad como una manera de acercarla más a la normalidad. Como una manera de decirnos: «¡Eh, tú!¡Sí, el que está leyendo esto! Tú podrías ser ahora mismo Faith«. Este mensaje, ya sólo por sí mismo, basta para encumbrar a esta serie. Pocos cómics de superhéroes de hoy en día contienen un mensaje tan luminoso y tan (válgame el recurso fácil) esperanzador.
«O alguien ha localizado un Pokémon raro, o he acertado de pleno«
Vuelvo ahora sobre el universo Valiant, porque hay que hablar sobre él para bien. Mientras las dos grandes editoriales norteamericanas de superhéroes actúan como imágenes especulares la una de la otra (Renacimiento frente a Legacy, Secret Wars frente a los Nuevos 52…), Valiant ha optado por ir de por libre con una rabiosa independencia. Puede que su constelación de personajes no esté tan superpoblada como la de las grandes, pero ofrece una serie de interesantes alternativas. ¿Acaso existe un Quantum & Woody en DC? ¿Tiene algo Marvel que se parezca mínimamente a Faith?
En los últimos números de la colección (le pedimos a Medusa Cómics que nos dejase ver el #9 y el #10, pero no he podido evitar buscar el resto para disfrutar de la serie al completo) Faith se enfrenta a una suerte de Vanessa Hudgens (la actriz de High School Musical a la que la filtración de fotos íntimas casi le cuesta la carrera), pero es que poco antes había hecho lo propio con un personaje que es el vivo retrato de Chris Evans. Las referencias que deja caer aquí y allá Jody Houser (su actual guionista) están bien traídas y no son el intento pobre de una persona mayor por hacer que sus cómics parezcan más jóvenes. Más aún, el humor que desprende la serie denota un conocimiento profundo sobre lo que se hable. Puede que Houser también se vea, como nos vemos muchos, reflejada en la psiot más deslumbrante y cercana del universo Valiant.
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