Patrulla-X: Caída de X #4

Patrulla-X. Caída de X #4: ¿Por qué?

Patrulla-X: Caída de X #4«Al fin y al cabo, sólo son humanos«

 

Menudo bofetón ha supuesto la penúltima entrega de Patrulla-X: Caída de X. A ver, creo que la mayoría de quienes seguimos esta miniserie de miniseries sabemos a lo que nos exponemos con ella: se trata de una amalgama de historias conectadas con Caída de X que buscan amplificar el impacto de la historia principal, aumentar el escenario en el que se desenvuelve e implicar a cuantos más personajes marvelitas mejor. Sin embargo, no son historias por las que ninguno de los autores implicados vayan a ser recordados (así que poca motivación vais a ver en sus guiones e ilustraciones) y su relevancia se ve limitada al servicio que le puedan prestar a las aventuras que se nos están relatando en las cabeceras principales de la galaxia mutante.

 

Dicho todo esto, cabría al menos esperar de estas miniseries algunos mínimos que al menos puedan servir de gancho para los lectores: el dibujo, la recuperación de personajes aparcados, tirar del humor y ofrecernos algo más disfrutable dentro del terrible panorama que estamos leyendo con esta etapa… Y al menos un servidor habría agradecido que Panini hubiera puesto esta serie algo más arriba en su checklist de este mes, máxime cuando las cabeceras de Inmortal Patrulla-X y X-Force beben directamente de lo que se nos está contando en dos de las cabeceras contenidas en esta colección. El resultado de no cumplir con todo esto es que la entrega de este mes apenas sí logra captar nuestra atención, dejándonos con muy pocas (casi ninguna) ganas de leer la entrega del mes que viene, que viene a cerrar todas las series que no hayan terminado ya para entonces.

 

«Pero lo siguiente -sea vida o muerte- lo afrontaremos juntos«

 

Comenzamos este mes con Reino de X y nos llevamos la primera en la frente. La Casa de las Ideas decide cambiar el dibujante de la historia escrita por Torunn Grønbekk y el resultado es una de las mayores mamarrachadas que me haya podido encontrar en tiempo. No tengo nada en contra del arte de Bruno Oliveira (aunque bien es cierto que en La Noche Americana apenas hemos sabido de él aparte de su participación en Mosaico, una cabecera que se perdió en el olvido de la época de los Inhumanos allá por 2017), pero el cambio de estilo visual no le hace ningún bien a una serie que ya lograba a duras penas mantener nuestro interés. De verdad que a Grønbekk la están haciendo meterse en unos embolados bastante poco apetecibles, pero es que tampoco me parece que esto haya sido un regalo para Oliveira, cuyo estilo quizás se hubiera visto beneficiado de una historia más simpática… o si al menos él hubiera sido el artista desde el principio.

 

Patrulla-X: Caída de X #4

Patrulla-X: Caída de X #4

 

Seguimos para bingo con la cabecera de Rondador Nocturno, que es de las pocas sorpresas agradables que nos está dejando esta serie de tie-ins y que este mes prosigue su andadura rumbo a su conclusión con algunos giros y revelaciones ciertamente interesantes. Alpha Flight es una de las dos series que se ven perjudicadas por el orden de lectura designado en nuestro país: en X-Force somos testigos de la llegada al grupo de tres personajes que llegan desde Canadá y sí, aún contando con lo que leemos en este número nos quedan varias incógnitas en torno a esta serie, pero tras la lectura de la cabecera de Benjamin Percy lo que nos cuenta aquí Ed Brisson pasa a ser un poco menos que intrascendente. El Hombre de Hielo sigue en la caída libre que le han impuesto (y poco más he de añadir), la serie de Jean Grey ha sido una fumada de tal calibre que no tengo claro que el orden de Panini la haya afectado (aunque esta serie sí que parece que vaya a tener una repercusión real en lo que está por venir) y lo de los Hijos de la Cámara… de nuevo se me antoja tan intrascendente que no tengo muy claro cuál era su objetivo final (aparte de borrar del mapa a unos enemigos incómodos para los mutantes de la próxima etapa).

Acerca de RJ Prous

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En la soledad de mi beca Séneca en Zaragoza aprendí a amar el cine mierder. Volví a Madrid para deambular por millones de salas y pases de películas para finalmente acabar trabajando con aviones. Amante del cine y de sus butacas, también leo muchos cómics y, a veces, hasta sé de lo que hablo.

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