«Pero esa es mi familia: actores, maquilladores, decoradores, figurinistas«
Andrés González Leiva nos trae, a través de Dibbuks, un cómic especial, distinto, en el que la frontera entre lo real y lo imaginario se difumina gracias a la magia de la viñeta y el celuloide. ¿Hay una historia? Sí, la hay y se desarrolla durante el rodaje de una película que bien podría encabezar el Top 10 de nuestro Cine de Barro, también hay otra que transcurre en los momentos muertos entre escenas, con el director rompiendo la cuarta pared y los actores mezclando a sus personajes con sus personalidades.
Serie B tiene un cierto aire onírico tanto en el lenguaje empleado como en los dibujos que Leiva deja caer como gotas de acuarela sobre un lienzo en blanco. Breves capítulos, o historias independientes que se van interconectando, le sirven al autor para avanzar a través de las páginas de un álbum interesante en su lectura, pero aún más en su contemplación sosegada.
«Me hice actor por mi físico«
Todo esto tiene su cara oscura (la cara B de Serie B), y es que en ocasiones cuesta no perderse en una trama tenue como la falsa niebla que usa en determinado momento el director de la película. En estos momentos conviene alejarse un rato del cómic para volver después con la mente despierta y los ánimos renovados a por un nuevo asalto. Al fin y al cabo también a veces necesitamos pausar la película que queríamos ver para descansar por un breve instante nuestras agotadas neuronas.
Dibbuks nos trae Serie B en cartoné, con una sencilla colección de extras en forma de bocetos y dibujos sueltos del autor y por un precio de 18 euros. Una interesante apuesta si estáis buscando algo distinto a las acostumbradas historias de superhéroes para leer de cara a las próximas vacaciones de Semana Santa.
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