«¡¡¡Recordarán mis furúnculos hasta el día de su muerte!!!«

Si algo hay que reconocerle al álbum de Marcos Prior y Danide es su potencia visual. Muchas de sus páginas son un auténtico gancho para incautos que te atrapa  para luego soltarte la bofetada de su humor corrosivo e inteligente. La reedición de este álbum de 2011 por parte de ECC no ha perdido ni un ápice de actualidad al situarse en el mismo mundo casi post-neo liberal en el que el ciudadano es un estorbo (o, en el mejor de los casos, un engranaje) en la estupenda máquina de hacer dinero que se han montado quienes miran al mundo como algo de su propiedad, algo que utilizar para poder mostrar a quienes son como ellos la clase de poder que manejan, mientras un tropel de cucarachas se pelea a sus pies por las migajas.

Porque reconozcámoslo: la realidad es muy fea. La guerra de Ucrania y Rusia no es un conflicto territorial, ni tan siquiera va (del todo) de la lucha de bloques y superpotencias, sino que anida en las necesidades de unos pocos con mucho dinero por controlar y asegurar la supremacía de sus vías de suministro de petróleo y gas a Europa. ¿El ultranacionalismo español de cierto segmento político de nuestro país? Una simple excusa para que los marqueses de siempre y unos cuantos de sus advenedizos puedan sacar tajada económica del miedo visceral a lo desconocido y a la evolución de la sociedad por parte de los más descerebrados que viven en ella. Y así con todo. Fagocitosis no pretende que nos lo pasemos del todo bien, sino que esbocemos de cuando en cuando una sonrisa macabra mientras nace en nosotros una verdadera intención por quejarnos de verdad en contra de las tropelías que contra nosotros lanza el ‘sistema’.

«Los conversos claman: ¡Viva el Mac! ¡Viva el ultracapital!«

El problema con el que se encuentra este cómic es que en muchas ocasiones resulta demasiado etérea su crítica o demasiado complicado el discurso. Conviene, pues, acercarse a él en pequeñas dosis. De cuando en cuando, cada vez que notemos que las ganas de hacer acopio de cócteles molotov han ido en descenso. Porque este álbum no nos habla de la corrupción en sí, ni de las grandes corporaciones o las conspiraciones que hacen que el mundo gire al compás de la música de unos pocos. En su lugar se dedica a seguirle el rastro a los mecanismos que hacen que todo esto funcione. A los opinólogos, a los expertos en todo que piensan por ti para que tú no tengas que hacer el esfuerzo, a las filosofías baratas y a todas las sandeces que nos venden para que vivamos muy felices mientras todo a nuestro alrededor se pudre, cae y arde.

Fagocitosis

Decirte que igual te vas a poner de mal humor al leer un libro (que encima cuesta veinticinco pavetes) quizás no sea la mejor publicidad que uno puede hacerle. Pero lo cierto es que si no nos enfadamos es que ya estamos un poco muertos por dentro: así que quizás sí que necesitemos consumir esta Fagocitosis como una suerte de medicina amarga que nos ayude a despertar. Aunque sea sólo un poquito.