ECC Ediciones publica, dentro de su económica línea DC Pocket, un extraño crossover entre dos licencias con solera: la deceíta Injustice cuyo primer videojuego fue todo un fenómeno, y los Masters del Universo de Mattel. No es extraño tanto por los personajes implicados (la propia DC ha jugado cartas mucho más raras, como la de juntar a los Looney Tunes con sus primeros espadas), sino por la contextualización de la propia aventura dentro de una continuidad ya establecida.
«No pudiste darle a tu pueblo lo que ansiaba»
Lo normal en este tipo de aventuras es presentar a los personajes en algún punto indeterminado de su trayectoria para que resulte accesible a todo tipo de lectores. Estos relatos suelen ser un reclamo para los seguidores de alguna de las franquicias implicadas y no tienen por qué conocer la otra, así que tienden a situarse en un escenario aséptico que no condicione a nadie. ¿Qué es lo que proponen entonces Tim Seeley y Freddie E. Williams II?
Referente a He-Man, este choque de titanes sigue a los hechos narrados en He-Man / Thundercats. Los personajes tienen ya un peso sobre sus espaldas que parte de la potencial audiencia seguramente desconoce. En cierta manera, por tanto, no estamos ante una miniserie independiente, sino ante el siguiente capítulo de una serie en curso. Respecto al universo Injustice, Seeley también asume ciertos riesgos en su planteamiento. Cronológicamente la aventura que nos ocupa se situaría algún tiempo después de los acontecimientos que marcan el final malo del videojuego Injustice 2.
En resumidas cuentas no es un cómic apto para curiosos. Si llegáis con un bagaje mínimo (en plan «recuerdo jugar con los muñecos de He-Man y he echado algunas partidas al primer Injustice») se os van a escapar multitud de detalles. Claro, lo que para unos es una importante losa, para otros es un valor añadido. Si estáis al día con cualquiera de las dos licencias tendréis la oportunidad de seguir explorándola en este «nuevo capítulo».
«Vamos, chica. Hace tiempo que no domo a ninguna guerrera»
Hechas las consideraciones, tampoco es que Injustice vs. Masters del Universo vaya a cambiar la vida de nadie. Uno de los héroes viaja al mundo del otro para ayudarle en su misión de salvar el mundo, lo consiguen, no sin antes hacer frente a la traición o malentendido de turno, y cada uno vuelve feliz a su casa. El sota, caballo y rey del crossover medio entre licencias. ¿Un argumento poco inspirado? Evidentemente. ¿Pero funciona? Sin duda. ¿Pero podemos prescindir de él? También.
Seeley no se complica mucho la vida al orquestar la miniserie. Es más, personajes como Wonder Woman parecen un chiste de sí mismos (en relación a su encarnación de Injustice, ojo). Pero no es menos cierto que nos regala algunos estimables descubrimientos como las buenas migas de Alec Holland con el verde allá donde se encuentre o la forma en la que Adam encara su primer encuentro con el mundo totalitario de Kal-El.
Injustice vs. Masters del Universo es un relato disfrutable, con el excelente trabajo a los lápices de Freddie E. Williams II (que repite del anterior crossover protagonizado por He-Man) como uno de sus principales reclamos; pero es una aventura como las hay a decenas y cuyo factor nostálgico puede verse comprometido por el evidente anclaje de la obra a unas continuidades muy concretas.
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