La familia supermanera no es ajena a Terrores Nocturnos y he aquí sus cruces con el más reciente evento deceíta que hemos tenido la oportunidad de leer. ECC Ediciones junta las aventuras de Superman y Action Comics (además de una pequeña historia sin ninguna relación con el evento, pero que a su vez el relato más destacado del tomo) en un volumen en rústica solo recomendable para quienes sigan la trama principal, pues sus argumentos trabajan al servicio de esta.
«Pero las pesadillas no siempre son racionales«
Estamos, pues, ante los típicos tie-ins que no se entienden (más bien no se disfrutan) del todo fuera del contexto en el que nacen. Y es una pena, sobre todo por el primero de ellos, el relativo a la cabecera de Superman, porque el grueso de la historia, ahondando en los mayores temores de Clark y de su prima Kara, es realmente interesante y por sí mismo daría para todo un arco argumental.
Joshua Williamson, guionista de esta aventura, pone sobre el foco dos de los aspectos definitorios -y dados a crítica- de Superman y Supergirl. Él es un dios en la Tierra cuya actitud mesiánica ha sido autoimpuesta. Nada ni nadie impide que un día se levante con el pie izquierdo y arrase con todo. Y sí, esta idea ya ha sido abordada en diferentes elseworlds e historias alternativas. El matiz está en la «loganización» de la idea, haciéndolo «responsable» de la desaparición de sus seres queridos.
¿Y respecto Kara? Personaje intermitente donde los haya, su indefinición y constante búsqueda de un lugar propio es lo que Williamson convierte en pesadilla con un montón de versiones macabras enormemente ilustradas por Tom Reilly. Pero, como decíamos, en el fondo no deja de funcionar como el tie-in estándar, y desde el primer momento los personajes hacen referencia a la amenaza principal del evento y el miembro más acuático de la Liga de la Justicia también reclama su cuota de protagonismo a fin de servir a Superman las herramientas necesarias con las que afrontar la mencionada amenaza.
Respecto al tie-in de Action Comics, guionizado por Phillip Kennedy Johnson y dibujado por Nico Suayan y Fico Ossio, este se presenta como una tecno-pesadilla que evoca nada menos que a Pesadilla en Elm Street y que tiene al casi siempre maltratado (tanto en la ficción como en la edición de sus aventuras) Conner Kent. Y para el final, como apuntábamos, un breve relato sin relación alguna con el evento o las cabeceras regulares aquí recopiladas. Diez páginas ilustradas por Javier Rodríguez y guionizadas por Greg Burnham que brillan como historia «halloweenesca» de fantasmas que desde ya se sitúa entre nuestras historias cortas favoritas del personaje.
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