Daredevil: La mujer sin miedo

Daredevil. La mujer sin miedo: Elektra cumple 100

Daredevil: La mujer sin miedoPanini Cómics aprovecha la recopilación de la más reciente etapa de Daredevil en Marvel Premiere para traer de vuelta el tie-in más interesante que nos dejó El Reinado del Diablo (también recogido en esta colección a pesar de funcionar como evento que salpicaba a varias colecciones y al escenario general de la plana mayor de las series marvelitas (con Nueva York convirtiéndose en ciudad hostil para los vigilantes y justicieros enmascarados). No en vano, Chip Zdarsky es el responsable tanto del evento, como de esta miniserie protagonizada por Elektra Natchios, como de la misma cabecera de Daredevil. Todo queda en casa y Panini ha optado por la solución más sencilla para publicar estas aventuras.

 

«La edad se está llevando lo gris en ti…»

 

La miniserie que nos ocupa es cortita, consta solamente de tres números. ¿Y qué narra? Nada menos que un duelo -o cacería- que toma como protagonistas a la asesina ninja reconvertida en Daredevil y a Kraven el cazador. Si habéis llegado a este tomo a partir del citado evento, la combinación puede resultar extraña, pero Zdarsky se las arregla para que todo fluya de manera orgánica y nos preguntemos cómo es posible que estos dos personajes no hayan cruzado antes sus caminos. ¿Y qué hay de Elektra ataviada con el manto de Daredevil? Si bien la cuestión se infiere de los monólogos de la propia protagonista, es una cuestión que no se explora en estas páginas.

 

No supone, sin embargo, ningún problema para los neófitos. Como mencionábamos, Daredevil: La mujer sin miedo es un tie-in de Daredevil: El Reinado del Diablo, lo que supone que su acción está bien acotada y que cualquiera puede acercarse a su lectura sin temor a enfangarse con tramas o actores a los que igual ni conoce. Es más, su independencia es tal que salvo por las obligadas referencias al evento, estamos ante una aventura muy disfrutable por si sola… al menos hasta llegar a su desenlace, ahí todo conecta. El truco está en que tanto esta obra como el evento que la acoge funcionan como un caramelo para engatusar a los lectores y que se anime a seguir la serie de Daredevil a partir de aquí. Es un gran punto de entrada.

 

Daredevil: La mujer sin miedo

 

La trama, como decíamos, tiene como vehículo la pelea entre Kraven y Elektra, este busca una presa que le suponga un reto y ha encontrado la manera de que la antigua asesina de La Mano le siga el juego. Los motivos -que descubrimos a medida que avanza la historia-, aunque apelan al pasado del personaje, son fácilmente asimilables. Y es que en el fondo no dejan de ser una excusa para que el guionista retrate qué significa Daredevil y Matt Murdock para nuestra protagonista. En cierta forma, se puede entender esta miniserie como una reflexión de Elektra acerca de su propia trayectoria y del cambio de perspectiva que supuso conocer y amar a Daredevil. Elektra asume sus pecados y sigue adelante. ¿Queréis conocer a Elektra? Este cómic es una excelente primera toma de contacto.

 

Tan solo tres grapas hacen difícil la recopilación en un tomo, así que Panini incluye también el especial Elektra #100, que cuenta con varios relatos cortos ambientados en diferentes etapas del personaje, siendo el guionizado por Ann Nocenti el más destacado (por extensión). E igual que cualquiera podía abordar la miniserie La mujer sin miedo sin tener mayores conocimientos acerca del personaje al margen de lo visto en El Reinado del Diablo, la puerta de entrada a esta pequeña aventura de Nocenti es un muro infranqueable que no solo acude a una villana, María Tifoidea, más tiempo fuera del foco que bajo él, sino que apela a la que fuera su etapa como escritora de Daredevil hace más de tres décadas. Además, siendo honestos, la narración es por momentos sumamente confusa, , siendo francamente difícil incluso discernir de qué quiere hablar la guionista.

 

Mala elección para celebrar un número homenaje que debe no solo apelar a los lectores de siempre, sino servir de reclamo para quien quiera llegar de nuevas. Esta misión la cumplen, por suerte, el resto de relatos (cuatro); pero claro, están más como anécdota que otra cosa. El de Declan Shalvey, que narra una cita entre Elektra y Matt, es el más interesante, mientras que los otros tres entran en la categoría de tiras cómicas. Así, es la miniserie que da título al volumen la que lleva todo el peso de un tomo que complementa bien El Reinado del Diablo y que despierta la curiosidad sobre su protagonista. ¿Hasta el punto de querer seguir sus aventuras? Eso ya depende de cada uno.

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