Panini Cómics recupera para su línea Marvel Premiere, el evento El Reinado del Diablo. Lo curioso es que a diferencia de lo que sucedió en su publicación en grapa, para la ocasión la editorial ha decidido integrar la aventura dentro de Daredevil.

«¿Dónde ha ido cuernecitos? ¡Hombre sin miedo, sí, claro!«

La explicación es sencilla. El propio evento es una suerte de clímax final al Daredevil de Chip Zdarsky (a lo que respecta a su primera etapa, pues este evento marcaría un punto de inflexión en la propia cabecera). Sus bases nacieron orgánicamente en las páginas de la serie protagonizada por Matt Murdock. Sin embargo, la escala que fue adquiriendo este clímax implicó que fuera separado de la colección y se empaquetase como algo diferente, dando lugar a demás a no pocos tie-ins como los de Patrulla-X (el más interesante de largo) o Caballero Luna. Es más, para cubrir el hueco, Daredevil siguió su curso aunque con Elektra tomando el manto del diablo en otra estimable aventura.

¿Y por qué de tal escala? Porque Kingpin, por aquel entonces alcalde de Nueva York, declaró la guerra a la comunidad súper, llevando a personajes como Luke Cage o Los 4 Fantásticos a dar un paso al frente junto al hombre sin miedo.

Por ello, se entiende la integración del evento dentro de la recopilación del Daredevil de Zdarsky y Marco Checchetto, pero también nos lleva a preguntarnos si tal decisión no afectará al posible interés de los lectores ajenos a las aventuras del abogado de la Cocina del Infierno, quienes posiblemente dejen escapar de su radar un cómic que funciona perfectamente sin atender a deudas derivadas de otras series. Es, por más que lleve el antetítulo de Daredevil, un evento Marvel con todas las de la ley.

Es más, Daredevil no es el principal protagonista del evento, sino Wilson Fisk. Es el poderoso villano quien marca el ritmo de una aventura centrada en su persona y en un irrefrenable odio que le conducirá a su propia perdición. Entre el ir y venir de personajes y batallas a campo abierto o peleas cuerpo a cuerpo, es el tratamiento del líder mafioso lo que centra toda nuestra atención. Lejos de querer diseccionar su comportamiento, analizar el porqué de sus motivaciones o reflexionar acerca de su figura, lo que proponen Checchetto y Zdarsky es una mirada de puro estómago. Nos muestran a un tipo cegado por las emociones.

Ese es el punto más interesante y lo que hace tan emocionante este cómic. No hay cabeza fría o planificación alguna. Fisk es más peligroso e imprevisible que nunca porque se mueve cegado por puro instinto. Y en su desatada vendetta contra la comunidad de vigilantes y justicieros, el guionista encuentra el caldo perfecto para referenciar y homenajear hitos tan dispares dentro de Marvel Comics como Emperador Muerte, Born Again (con el que guarda una estrechísima relación) o Reinado Oscuro. El lector veterano disfrutará con el consciente juego propuesto por Zdarsky, mientras que el neófito descubrirá situaciones e ideas que ya en su día marcaron a la editorial y sus personajes.

Sin ser una aventura perfecta ¿alguna lo es?, El Reinado del Diablo nos recuerda cómo deben ser los blockbusters marvelitas: emoción y espectáculo.